La charla motivadora de la que se arrepiente Jürgen Klopp: sus jugadores no conocían Rocky

"Tal vez estoy soñando" se titula el artículo que Jürgen Klopp, entrenador del Liverpool, escribió este martes en The Players Tribune. Un extenso relato en el que el considerado mejor técnico del último año revela varias curiosidades de su vida y su carrera. Una de las más destacadas es lo que le pasó cuando era el preparador del Borussia Dortmund, donde estuvo entre 2008 y 2015. Sin duda, una historia tan extraña como divertida. Algo así sólo le podía pasar a Jürgen Klopp.

El relato completo de Jürgen Klopp

Tenemos que volver a 2011. Mi equipo del Borussia Dortmund jugaba contra el Bayern de Múnich. Fue un gran partido en la liga. No habíamos ganado en Múnich en algo así como 20 años. Me inspiro mucho en las películas, así que cada vez que necesitaba motivar a los chicos siempre pensaba en Rocky Balboa. En mi opinión, deberían mostrar Rocky 1, 2, 3 y 4 en escuelas públicas de todo el mundo. Debería ser como aprender el alfabeto. Si miras estas películas y no quieres subir a la cima de una montaña, entonces creo que te pasa algo. 

Así que la noche antes de jugar contra el Bayern, reuní a todos mis jugadores en el hotel para hablar sobre nuestro equipo. Los muchachos estaban todos sentados. Todas las luces estaban apagadas. Les dije la verdad de la situación: "La última vez que Dortmund ganó en Munich, la mayoría de ustedes todavía estaban en sus Pampers". 

Luego comencé a reproducir algunas escenas de Rocky IV en la pantalla de video. El de Ivan Drago. Un clásico, en mi opinión. Drago está corriendo en la cinta, y está conectado a los grandes monitores de computadora y los científicos lo están estudiando. ¿Recuerdan eso? Les dije a los muchachos: "¿Ven? El Bayern Munich es Ivan Drago. ¡Lo mejor de todo! ¡La mejor tecnología! Las mejores maquinas! ¡Es imparable! 

Entonces ves a Rocky entrenando en Siberia en su pequeña cabaña de troncos. Está cortando pinos y cargando troncos a través de la nieve y corriendo hasta la cima de la montaña. Y les dije a los muchachos: "¿Ven? Esos somos nosotros. Nosotros somos rocosos, somos más pequeños, sí, ¡pero tenemos la pasión! ¡Tenemos el corazón de un campeón! ¡Podemos hacer lo imposible! 

Seguía y seguía, y luego, en algún momento, miro a todos mis muchachos para ver su reacción. Esperaba que estuvieran de pie en sus sillas, listos para correr por una montaña en Siberia, volviéndose absolutamente locos. Pero todos están sentados allí, mirándome con ojos muertos. Completamente en blanco. Me miran como, ¿de qué demonios está hablando este loco? Entonces me di cuenta, espera, ¿cuándo salió Rocky IV, 1980, algo? ¿Cuándo nacieron estos niños?  Finalmente, dije: "Esperen un momento, muchachos. ¿Levantad la mano si sabéis quién es Rocky Balboa? Solo dos manos se levantaron. Sebastian Kehl y Patrick Owomoyela. Todos los demás: "No, lo siento, jefe".

Todo mi discurso - ¡tonterías! - Este es el partido más importante de la temporada. Quizás el partido más importante de la vida de algunos jugadores. ¡Y el gerente ha estado gritando sobre la tecnología soviética y Siberia durante los últimos 10 minutos! Jajajaja ¿Puedes creer esto? Tuve que comenzar todo mi discurso desde cero. 

Ya ves, esta es la historia real. Esto es lo que realmente sucede en la vida. Somos seres humanos.A veces, nos avergonzamos a nosotros mismos. Así es como es. Creemos que estamos dando el mejor discurso en la historia del fútbol, y en realidad estamos hablando completamente sin sentido. Pero nos levantamos a la mañana siguiente y nos vamos de nuevo.

¿Sabes cuál es la parte más extraña de esa historia? Que sinceramente, no puedo estar seguro de si ganamos o perdimos el partido. Estoy bastante seguro de que pronuncié este discurso en 2011 antes de ganar 3–1, ¡y eso sin duda es una historia mucho mejor! Pero no puedo estar 100% seguro. 

Esta es una cosa sobre el fútbol que la gente no siempre entiende. De los resultados, te olvidas. Los tienes todos mezclados, pero esos muchachos, y esa época de mi vida, y esas pequeñas historias ... nunca las olvidaré.