Madrid, 30 oct (EFE).- El Santiago Bernabéu disfrutó por primera vez en mucho tiempo de una noche plácida, de las de antaño, sin los sobresaltos a los que estuvo sometido el público del Benito Villamarín, que contempló un duelo dramático, sin margen de error, entre dos equipos presa del desencanto, el Betis y el Celta.,El conjunto de Zinedine Zidane se divirtió. Ha sido habitual ver padecer en su feudo al cuadro blanco. Pero goleó con autoridad y solvencia (5-0) al Leganés, un equipo desfigurado
Madrid, 30 oct .- El Santiago Bernabéu disfrutó por primera vez en mucho tiempo de una noche plácida, de las de antaño, sin los sobresaltos a los que estuvo sometido el público del Benito Villamarín, que contempló un duelo dramático, sin margen de error, entre dos equipos presa del desencanto, el Betis y el Celta.
El conjunto de Zinedine Zidane se divirtió. Ha sido habitual ver padecer en su feudo al cuadro blanco. Pero goleó con autoridad y solvencia (5-0) al Leganés, un equipo desfigurado y sin espíritu competitivo, que se llevó cinco goles y que pudo recibir un castigo aún mayor.
La noche fue plácida con un partido sentenciado en diez minutos, lejos de la incertidumbre de los choques ante el Levante y el Granada. Fue la revelación de Rodrygo, el encuentro con el gol de Luka Jovic y el buen nivel de Toni Kroos y, sobre todo, de Karim Benzema, que formaron parte de la relación de anotadores que completó Sergio Ramos.
Todo salió al antojo y a la espera de empresas mayores el Real Madrid se sitúa a la estela del Barcelona, líder, con el que tiene un punto de desventaja y otro sobre el Atlético Madrid, Sevilla y Granada, que el jueves visita a Getafe.
El Levante tomó inesperadamente el Reale Arena para bajar de la nube a la Real Sociedad (1-2). El conjunto de Imanol Alguacil volvió a dejar escapar la ocasión de alcanzar la cima de la tabla. De dar caza al Barcelona. Le pasó semanas atrás. Y cayó también como local ante el Getafe.
El atrevimiento del equipo de Paco López, sonrojado en la pasada fecha contra el Espanyol, tuvo premio. En el intermedio ya disponía de una ventaja de dos goles, firmados por el macedonio Enis Bardhi y por Borja Mayoral. Pudieron ser más. Después mejoró la Real que acortó pronto. Justo tras el descanso. Pero no tuvo precisión para originar una noche épica y prolongar esa buena línea que le acompaña desde el arranque de curso.
En Mestalla, el Valencia y el Sevilla firmaron un empate insuficiente para las aspiraciones de ambos (1-1). En el reencuentro en los banquillos de Julen Lopetegui y Albert Celades, que trabajaron juntos tanto en la selección española como en el Real Madrid.
Ahora, frente a frente. Con objetivos y necesidades diferentes. El Valencia necesitado en la zona media baja de la clasificación. El Sevilla en las alturas, con la opción de dar caza al líder, el Barcelona.
El cuadro de Lopetegui, que acumulaba dos triunfos seguidos, sacó rédito de las sospechas que condicionan a su rival. Fue el argentino Lucas Ocampos el que puso por delante a los visitantes justo antes del intermedio. El Valencia, que lleva ya tres jornadas sin ganar, y Celades reaccionaron y a base de perseverancia encontraron el premio con un cabezazo de Rubén Sobrino tras un saque de falta de Dani Parejo.
La tragedia planeó sobre el Benito Villamarín, que tuvo un final dramático pero feliz para el conjunto sevillano, con un gol en el último minuto de Nabil Fekir que proporcionó el triunfo (2-1), oxígeno al equipo y a su entrenador, Joan Francesc Ferrer "Rubi" y condenó a Fran Escribá, el preparador del Celta, que no pudo evitar una nueva derrota.
Dos entrenadores amenazados, víctimas del ruinoso momento de sus equipos, anclados en la zona baja, distantes de las expectativas del principio.Se adelantó el Betis gracias a Emerson y empató Iago Aspas de penalti. Un resultado inservible para ambos. Fue Fekir, la apuesta bética del curso, el que anotó el gol del triunfo.
La tercera victoria del curso saca al Betis del descenso al que cae el Celta, lastrado por tres derrotas seguidas. Antepenúltimo en la tabla y muy distante de las previsiones.
Cinco jornadas después el Athletic se reencontró con el triunfo (3-0). Fue en San Mamés y contra el Espanyol, que no pudo prolongar la mejoría que reflejó el pasado domingo en el Ciudad de Valencia.
Bastó al conjunto vasco con un buen arranque y con el acierto de Iker Muniaín para dañar a un rival frágil, disminuido al menor contratiempo. Al cuarto de hora el Athletic tenía encarrilada la victoria con los dos goles de su capitán. El marcador se redondeó en la segunda parte, con un autogol de Víctor Gómez.
El cuadro de Gaizka Garitano toma aire y se arrima a los puestos europeos. El Espanyol de Pablo Marchín vuelve a las andadas. Penúltimo en la clasificación mira hacia el descenso.