Hubo un tiempo, no muy lejano, en el que la UEFA dedicó periodos estivales a darle segundas oportunidades a clubes de distinta dimensión social y deportiva para que lograsen jugar competición europea. La Copa Intertoto sirvió, desde que en 1995 la UEFA asumiese su organización, como terreno de redención para clubes grandes que protagonizaron malas campañas, a la vez que de reino de ilusión para aquellos equipos que ansiaban con jugar competiciones internacionales.
Así empezaban muchas de mis tardes: nos sentábamos mi amigo y yo frente al televisor y metíamos el CD en la consola, cogíamos cada uno un mando y ya estaba la tarde hecha. El problema llegaba cuando, tras pulsar ‘Partido rápido’ en el videojuego de fútbol de turno, ni mi amigo ni yo mismo nos poníamos de acuerdo a la hora de elegir equipo que nos representara en el que sería el primero de muchos partidos. “El tuyo tiene más estrellas que el mío”, se solía escuchar acompañado de un “ya estás poniendo excusas”. O uno de los dos contendientes cedía o pasarían varios minutos hasta que se llegase a un acuerdo. Una de las soluciones posibles para aquellos casos era, y me consta que sigue siendo, la de darle simultáneamente al botón que escoge equipos al azar para zanjar la disputa. Así, más de una vez me he visto defendiendo el honor del Al Nassr ante el Utrecht o protagonizando una espectacular remontada con el Chievo Verona ante el Middlesbrough. Haciendo las alineaciones antes de que diera comienzo el virtual encuentro te preguntabas si alguna vez en la historia se habría dado sobre el césped ese peculiar enfrentamiento. Y en la mayoría de los casos, la respuesta era un rotundo ‘no’.
La Intertoto sí que te daba la oportunidad de disfrutar de duelos entre equipos de segunda y tercera fila de los países miembros de la UEFA. Y no eran amistosos, los vencedores del torneo internacional tenían como premio un billete para la segunda competición continental por importancia, la Copa de la UEFA, o más adelante, la Europa League.
En esta competición vimos a la Juventus sufrir para superar a los rumanos del Ceahlul Piatr Neamt (1999), al Borussia Dortmund ser eliminado por el Genk (2004) o al Fulham hacerse con el título tras vencer al Bologna y al Sochaux (2002). Tampoco se puede olvidar una de las primeras ediciones, la de 1997, en la que los tres vencedores pertenecían a la misma federación, la francesa (Bastia, Olympique de Lyon y Auxerre). Curiosamente, la federación gala es la que más títulos obtuvo (16) de esta competición.
A pesar de que la UEFA no tomó cartas en el asunto hasta 1995, ya desde los años 60 existía una competición que, bautizada con el nombre de International Football Cup, organizaba partidos con los clubes mejor clasificados en sus ligas que no habían obtenido plaza para jugar la Copa de Europa o la Recopa. Los clubes participantes, sólo de países de Europa central, disputaban una fase de grupos y posteriores eliminatorias que finalizaban con un único campeón.El equipo vencedor, no obtenía plaza para competiciones europeas en la temporada venidera, pero sí que lograba un suculento premio económico para la época. Las apuestas deportivas fueron otra de las motivaciones por las que se organizó esta competición.
A finales de los sesenta, y debido a las dificultades que encontraba la organización, las fases finales se suprimieron y los campeones de cada fase de grupos, se repartían el botín económico. La idea era crear una especie de torneo oficial, en el que los clubes que no lograran clasificarse para competición europea, hiciesen caja en verano y lograsen elevar su nivel. La UEFA estaba al corriente de la celebración de este torneo, y admitía su disputa sin darle demasiada importancia.
Viendo la dimensión que fue adquiriendo el torneo, en 1995, la UEFA decidió participar en la organización del torneo cambiándole el nombre -ya denominada Copa Intertoto- y otorgando como premio final, una plaza en la siguiente edición de la Copa de la UEFA a los vencedores.
En primera instancia, eran dos los equipos vencedores del título, tras una fase de grupos y sus posteriores eliminatorias a doble partido, y, por ende, los clasificados para el torneo, pero el éxito del Girondins de Burdeos -que tras alzarse con la primera Intertoto llegó a la final de la UEFA cayendo con el Bayern de Múnich- hizo que la UEFA replantease el formato y abriese el abanico a tres vencedores distintos en lugar de dos desde la edición de 1996.
21 veranos ya. #RCDE #taldiacomohoy #intertoto https://t.co/Lgz1a8tUmv
— Pedro Nieto (@Pedronieto23) July 11, 2019
Desde entonces y hasta que en 2008 se celebrase la última edición, cuatro equipos españoles consiguieron hacerse con el trofeo (Villarreal -en dos ocasiones- , Valencia, Málaga y Celta) siendo sólo el Espanyol, el único equipo de nuestro país que logró llevarse en alguna ocasión la International Football Cup en 1968. Equipos como el Deportivo, el Atlético de Madrid o el Valencia también disputaron este torneo.
La ilusión de los equipos humildes del continente de estar en la Copa de la UEFA protagonizaba cada verano desde 1996, y equipos finlandeses, azerís, rumanos o polacos luchaban a doble partido con equipos importantes del panorama europeo que no habían hecho los deberes durante la temporada regular por un sueño continental o, por el contrario, por una redención ante su público. Muchos de estos equipos quizás nunca lograrán un título nacional debido al nivel de sus rivales, pero consiguieron que los papelillos y el trofeo tuvieran su color durante un caluroso día de verano.
Lo que comenzó siendo la fiesta para los clubes medianos de Europa, acabó por ser una competición marginada y poco provechosa económicamente para los equipos participantes. Muchos clubes, británicos sobre todo, comenzaron a renunciar a sus plazas, perdiendo nivel, interés y carácter competitivo el trofeo, y los esfuerzos de la UEFA por intentar reflotar la competición resultaron inútiles. El culmen llegaría en 2007. Michel Platini asumió la presidencia de la FIFA y decidió abolir la competición desde 2009, fecha en la que se disputaría la primera edición de la UEFA Europa League, y en cuya fase previa se insertaría lo que antaño conocimos como Copa Intertoto, sueños y redenciones de verano.