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Riazor cambió el "Forza Dépor" por el "Forza Bergan" para aupar a un Bergantiños que plantó cara al Sevilla

El Bergantiños en el partido de Copa frente al Sevilla (Foto: Iris Miquel)

La climatología no pudo con la afición del Bergantiños. A pesar de la intensa lluvia caída esta tarde sobre A Coruña, casi 4000 seguidores del Bergan llenaron la grada de preferencia habilitada para la disputa de esta eliminatoria de la Copa del Rey. Y es que Riazor acogía un partido histórico. El todopoderoso Sevilla FC se medía a un equipo de la Tercera Gallega que plantó cara a los andaluces y tan sólo encajó un gol en contra que le impidió seguir soñando.

Aunque el Sevilla abrió el marcador el sueño de los gallegos no se resintió. Era una tarde de fiesta e, incluso, la reacción del público al gol sevillista fue un aplauso. Los de Borja Facal lo intentaron y las llegadas de Rubén Rivera hacían vibrar Riazor mucho más de lo que lo viene haciendo con todas las gradas ocupadas en los partidos del Deportivo. La energía positiva se manifestó sin tregua desde los asientos azules. Muchos niños entre los asistentes que disfrutaban de este encuentro como un auténtico regalo de Navidad. Cada córner se celebraba como un gol y el Bergan sacó varios.

La afición del Bergantiños no dejó de animar en todo el partido (Foto:Iris Miquel)

El diluvio no impidió a los gallegos cerrar líneas y jugar sin miedo ante uno de los mejores equipos de LaLiga Santander. Christopher, el portero del Bergan, será desde este día más conocido para los sevillistas tras protagonizar varias paradas de calidad. El uyyy más grande de Riazor se escuchó en el minuto 79 tras un disparo desde fuera del área de Diego Fernández. El balón se marchó por encima de la portería de Bono mientras los visitantes lo observaban con asombro. Un córner a favor en el último minuto y un error del Sevilla que no pudo aprovechar Carlos Cano hicieron soñar hasta el final a una afición que cantaba el "Sí se puede".

Derrota digna

Antes de empezar alguien podría pensar en una derrota abultada para los gallegos pero el Bergan se adaptó desde el primer minuto a las dimensiones del estadio de Riazor y dejó claro que esto de fútbol es un once contra once. Tan sólo una derrota por la mínima que le impidió pasar a la siguiente fase. Seguramente muchos aficionados pensarían también en la suerte que tuvo el Dépor al no enfrentarse al Bergan en Copa porque con la actitud demostrada esta tarde por los hombres de Facal los pupilos de Luis César se encontrarían con un partido más que complicado.

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