El futbolista Hakan Sukur hizo historia en el Mundial de 2002 cuando logró el tanto más rápido de todos los mundiales. 10 segundos le hicieron falta al máximo goleador histórico de la selección turca (51 goles), que está exiliado de su país y con un cambio de vida radical.
Una vez retirado, Hakan Sukur, toda una leyenda deportiva del país, decidió entrar en política. En el año 2011 empezó a formar parte del partido AKP, liderado por el actual presidente de Turquía Recep Tayyip Erdogan. Solo dos años después, renunció a su cargo por algunos escándalos de corrupción.
Hakan Sukur: "No me queda nada en ninguna parte del mundo. Erdogan me quitó todo. Mi derecho a la libertad, el derecho a explicarme, a expresarme, el derecho al trabajo"
"Ahí comenzaron las hostilidades", revela en una reciente entrevista a Welt amm Sontag, donde contó que "la boutique de mi esposa fue apedreada, mis hijos fueron acosados y mi padre, encarcelado". Además, también fue acusado, enfrentándose a cuatro años de prisión, por insultar a Erdogan en Twitter.
Todas estas circunstancias hicieron que Hakan Sukur se fuera a vivir a los Estados Unidos. Abrió una cafetería (Tuts Bakery) en Palo Alto, California, pero la tuvo que cerrar por motivos económicos y, en la actualidad, reside en Washington, donde trabaja como conductor de Uber y vende libros para ganarse la vida.
Como él dice en la misma entrevista, "la vida puede cambiar radicalmente de un momento a otro". Un hecho que le hace luchar contracorriente y vivir lejos de su país. Al exfutbolista, no le queda nada: "No me queda nada en ninguna parte del mundo. Erdogan me quitó todo. Mi derecho a la libertad, el derecho a explicarme, a expresarme, el derecho al trabajo".
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