En el fútbol no sólo valen los goles o las paradas. También la picaresca. Ese recurso utilizó, o al menos lo intentó, la plantilla del Cruzeiro en la Copa de Brasil para engañar al árbitro. Algo insólito.
Mientras los jugadores de Cruzeiro rodeaban al árbitro, uno de ellos ocupó el lugar del que en principio estaba tendido en el suelo (Edu). El objetivo era evitar la cartulina roja de este y, por tanto, que fuera expulsado. Finalmente la triquiñuela no hizo efecto y el árbitro, Cacà, se dio cuenta. Finalmente sí le enseño la cartulina roja.
Sucedió en la Copa de Brasil. Mientras los jugadores del Cruzeiro rodeaban al árbitro, uno de ellos ocupaba el lugar del compañero que estaba tendido en el suelo y a punto de ser expulsado. La idea era buena, pero no funcionó. pic.twitter.com/txwWPx4QZC
— David Mosquera (@renaldinhos) February 14, 2020