Tras un funeral de 24 horas en el estadio que le vio hacer los mejores goles, los restos de Pelé se dirigieron en camión de bomberos a su cementerio (Memorial Necrópole Ecuménica). Toda la Ciudad de Santos salió la calle para darle un último adiós a ‘O Rei’. Las imágenes ponen la piel de gallina.
En el vídeo superior, el féretro de Pelé transportado por un coche de bomberos hasta su cementerio mientras miles de personas gritan su nombre.
El pasado jueves, el mítico delantero brasileño falleció a causa de un cáncer de colon. Todo el mundo del fútbol se volcó tras su fallecimiento. Gianni Infantino, presidente de la FIFA, también fue uno de los que presidió el funeral del astro del fútbol.
"Pelé es eterno, un icono mundial del fútbol. Hizo muchas cosas primero en el fútbol que el 99 % solo puede soñar en hacer y el otro 1 % lo hizo después de él. Por eso estamos acá con una enorme tristeza, pero también con una alegría, la alegría de Pelé. La sonrisa de Pelé", dijo durante el acto.
El Real Madrid también estuvo presente. Emilio Butragueño se trasladó hasta el estadio del Santos como representación del conjunto blanco. También se dejó ver a Luiz Inácio Lula da Silva, recién nombrado presidente de Brasil y que prometió a sus ciudadanos que el puerto de Santos llevará el nombre de Pelé. Todos ellos estuvieron acompañados de 150.000 personas que se acercaron al velatorio del exjugador.
Otra de las leyendas del fútbol del siglo pasado y excompañero de ‘O Rei’ en el New York Cosmos en 1977, lamentó profundamente no estar con el que el propio Pelé consideraba “su hermano blanco”.
"Me encantaría, pero por desgracia mi salud no me permite un vuelo tan largo. Acompañaré de corazón a mi amigo en su último viaje", comentó el alemán en una entrevista para el diario Bild.
No estuvo ni medianamente respetable, ni decente que llevaran a Pelé en un camión de bomberos, como cualquier bulto. Se merecía una limusina fúnebre y no un camión.
No estuvo ni medianamente respetable ni decente que llevaran a Pelé en un camión de bomberos, como cualquier bulto. Se merecía una limusina fúnebre y no un camión.