El partido más bronco del año: siete rojas, gol cumplido el descuento y peleas en los banquillos por cada tanto

El partido más caótico del año tiene nombre y apellidos. Ocurrió en los Juegos del Sudeste Asiáticos sub 22, también llamados los ‘Sea Games’, que celebraba su 32ª edición. La final la disputaron Indonesia y Tailandia y pasó de todo: dos goles fuera de tiempo, siete tarjetas rojas, una celebración antes de tiempo, peleas de todo tipo…

En el vídeo superior, todas las imágenes de lo sucedido entre Tailandia e Indonesia en el partido más caótico del año.

El partido más caótico del año

El Estadio Olímpico de Cambodia acogía lo que iba a ser a la postre una final histórica. Todo comenzaba con los rituales habituales: los dos equipos salen con una misma bandera, saludos, himnos… En el minuto 21, Ramadhan Sananta ponía el 1 – 0 para los indonesios. La primera polémica vendría al final de la primera parte. El árbitro añadió 3 minutos, pero dejó alargar hasta bien entrado el 49’. En ese minuto, el mismo autor del primer gol pondría el segundo en el marcador.

Esta situación ya provocaría algo de tensión en la zona de banquillos. Los tailandeses salieron con las cosas claras a la segunda. En el minuto 65, tras un córner, Anan Yodsangwal remataría el 2 – 1. La tensión estuvo presente en todo momento hasta el 90’. El árbitro añadiría siete minutos de añadido. De nuevo alargaría el tiempo, y con 98:32 que marcaba el marcador, el árbitro pita. Todos los de Indonesia saltan al campo a celebrar, pero ojo, el árbitro había pitado una falta cerca de la medular. Pide a todo el equipo que vuelva al banquillo y que deje de celebrar. Es en esa falta donde in extremis Tailandia conseguiría el empate. Una situación que a los del Valladolid seguramente no guste nada...

A partir de ahí, caos absoluto. Los tailandeses fueron a celebrar en la cara de los rivales y se armó una enorme tangana. La policía tuvo que mediar una primera vez.

El partido se fue a la prórroga y tuvieron que esperar segundos para ver cómo Indonesia ponía el 3 – 2 en el marcador. La celebración fue de venganza total sobre los rivales, y se volvieron a enganchar. Esta vez la policía tuvo que mediar con mayor fuerza y el árbitro tuvo que poner cartas en el asunto. En total, siete expulsados: cuatro jugadores y tres del staff técnico de los equipos. Al final, fue Indonesia quien pudo llevarse el partido. En la segunda parte remataron a sus rivales con dos goles más.