El pasado 11 de diciembre, el presidente del Ankaragucu, Faruk Koca, agredió brutalmente al árbitro turco Halil Meler, encargado de dirigir el encuentro entre su club y el Rizespor. Tras el gran revuelo provocado por el puñetazo, La Federación Turca del Fútbol (TFF) anunció la suspensión de todos los partidos de todas las ligas profesionales del país.
El pasado martes, el Ankaragucu publicaba un comunicado oficial en el que informaban de la dimisión de Faruk Koca como presidente del club. "Nada puede legitimar o explicar la violencia que cometí", comentaba en la carta. En las horas anteriores al comunicado, el presidente había sido trasladado a la cárcel para cumplir prisión preventiva, acusados de "herir a un funcionario en el cumplimiento del deber"
Halil Meler anunció su dimisión como árbitro tras el ataque sufrido por el presidente y algunos directivos del Ankaragucu. Además, confirmó que seguirá adelante con la denuncia tanto a Faruk Koca como a los dirigentes que le dieron patadas cuando se encontraba tirado en el suelo.
El colegiado se encuentra hospitalizado, con un traumatismo craneoencefálico y un ojo morado por la brutal agresión. Se espera que pueda ser dado de alta este mismo miércoles.
Desde allí, Meler ha pronunciado sus primeras palabras tras el incidente. "Faruk Koca me dio un puñetazo debajo del ojo izquierdo y caí al suelo. Mientras estaba en el suelo, un grupo de personas me empezó a dar patadas en la cara y otras partes del cuerpo, muchas veces. Faruk Koca dijo: 'Te mataré', dirigiéndose a mí. He presentado una denuncia contra Faruk Koca y otras personas. No voy a ceder", señaló el colegiado turco.