Un árbitro de Países Bajos celebra el título de un equipo después de expulsar a cuatro jugadores rivales y añadir 15 minutos

El pasado fin de semana, el mundo del fútbol nos dejó un nuevo episodio surrealista. Ocurrió en la cuarta división de Países Bajos. El St. George y el SV de Valken se enfrentaban en un duelo que podía convertir al conjunto local en campeones de la competición. Y el árbitro puso todo de su parte para que así ocurriese. De hecho, hasta celebró el título después. Esta es la llamativa historia.

Tal y como ha desarrollado el periodista Manu Heredia en su cuenta de X (antes Twitter), el St. George necesitaba puntuar en su duelo frente al SV de Valken para proclamarse campeones de la categoría.

El cuadro visitante se adelantó en el marcador, por lo que a falta de pocos minutos para que el colegiado señalase el final del encuentro, y, por tanto, el título se les escapase a los locales.

Pero entonces, el árbitro intervendría de una manera nada ética, legal, ni, desde luego, deportiva. Expulsaría a tres jugadores y al entrenador del conjunto que marchaba por delante en el partido y añadió 15 minutos al tiempo reglamentario.

Finalmente, en el tiempo de descuento (como si fuera la mitad de una prórroga, incluso), el portero del St. George igualó la contienda y su equipo acabó clasificado en lo más alto de la tabla.

Según recoge la prensa local, las tarjetas rojas que vieron los integrantes del SV de Valken respondieron a “una entrada que era de amarilla”, “un penalti que ni siquiera era falta” y a "una mano fuera del área del portero, cuando el jugador local estaba en fuera de juego”. Al técnico, por su parte, le expulsaron “por entrar al campo mientras atendían a un jugador suyo”, explica el hilo de X.

La imagen del árbitro levantando el título y celebrando la victoria del St. George

La cosa fue a mayores cuando en la localidad donde se jugó el partido, Spierdijk, se juntó la celebración del título del St. George con la feria local. El colegiado que horas antes había ayudado a que el equipo se alzase con el campeonato se unió a la fiesta de los jugadores y levantó el título ante los aficionados presentes.

El SV de Valken, cabreado con la actuación del árbitro, tanto dentro como fuera del terreno de juego, envió las imágenes a la Federación Neerlandesa, que al día siguiente contactó con el colegiado para comunicarle una sanción de por vida. “Esperamos una actitud neutral del árbitro y que los dos equipos sea tratados con respeto”, expresaban los directivos del organismo de fútbol de la nación centroeuropea.

Lo cierto es que este árbitro ya había sido sancionado en 2021 por una “conducta inadecuada” y antes del partido llegó a decir a los futbolistas del St. George que “si eran campeones, querría cantar una canción”.

Tras las acusaciones, el colegiado alegó que “no festejaba con ellos” el campeonato, sino que “solo cantaba cuando me pusieron el trofeo en las manos”. Incluso, se aventuró a declarar que “es de risa” que le sancionen por esos hechos.