Juan Carlos Carcedo ha escrito su nombre en la historia del fútbol chipriota. El segundo entrenador de Unai Emery durante más de una década comenzó su carrera en solitario logrando un ascenso a LALIGA HYPERMOTION con el Ibiza. Este éxito le abrió las puertas del Real Zaragoza, pero el paso del técnico logroñés por La Romareda no fue el deseado.
Meses más tarde decidió apostar por una experiencia en el extranjero y lo cierto es que no ha podido comenzar de mejor manera en el Pafos FC. Fundado hace tan solo 14 años, Carcedo atiende a ElDesmarque para explicar qué hay detrás de un club tan singular: "Pafos es una isla muy próxima a Grecia. En los últimos años, inversores rusos han decidido apostar aquí y comprar varios clubes. Eso está subiendo mucho el nivel de los clubes".
El pasado fin de semana, Juan Carlos Carcedo consiguió su primer título como primer espada en un banquillo, al igual que el primero de su actual club. Sin duda, un trofeo con el Pafos FC que le deja un sabor más especial que los logrados como ayudante: "Hemos vivido una etapa con Unai Emery en la que hemos crecido juntos, pero este título ha tenido un sabor especial. Te permite ese conocimiento europeo, que te vean un poquito y ponerte en el mercado. Las experiencias con él en tantas finales ayudan. Todo salió perfecto y nos pusimos por delante 3-0 en la primera parte".
El Pafos FC venció de forma contundente en la final de la Copa de Chipre al Omonia Nicosia. Además del título, Carcedo consiguió una clasificación histórica a la UEFA Europa League que deberá certificar superando la fase previa: "El club tiene metas ambiciosas. Primero hay que pasar las previas. Clasificarnos para los grupos sería muy interesante porque nos permitiría que el nombre de Pafos a nivel europeo se viese más reforzado".
Lo más sorprendente de este joven club chipriota reside en su propio vestuario. Hasta 16 nacionalidades diferentes conviven en el mismo equipo. Tan solo dos de los 26 futbolistas que tienen en nómina son chipriotas. Esto convierte al Pafos FC en el equipo con mayor proporción de extranjeros de todo el viejo continente.
Para Juan Carlos Carcedo, esto tiene sus pros y sus contras: "Hay unas normas en las que no estás obligado a jugar con un número concreto de chipriotas. Nosotros tenemos 16 nacionalidades diferentes en nuestro club, con las cosas buenas y malas que eso conlleva. Es cierto que es un escenario que beneficia en la oferta de jugadores y posibles incorporaciones desde el extranjero, pero también les perjudica como país, concretamente a la selección nacional. La comunicación en el vestuario es una de las cosas más difíciles, pero yo hablo francés e inglés. Durante esta temporada hemos tratado de hacer un bloque, sin duda, lo más complicado en el fútbol. Hacer un equipo unido ha sido la base del éxito de este año".