La jueza que investiga posibles irregularidades en el contrato que llevó a Arabia Saudí la celebración de la Supercopa ha confirmado que existen indicios de que el expresidente de la Federación Española de Fútbol Pedro Rocha habría tenido una "participación indirecta" en esta contratación.
La titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Majadahonda (Madrid), que también investiga a Luis Rubiales y al exjugador del Barça Gerard Piqué por este contrato, ha ratificado las sospechas que existen contra Pedro Rocha y ha rechazado archivar la causa contra él.
En su auto, al que ha tenido acceso EFE, la magistrada Delia Rodrigo desestima el recurso que interpuso Rocha contra su decisión de ampliar la investigación frente a una quincena de personas e incluirle entre los imputados, como ya le anunció cuando fue a declarar como testigo el pasado mes de abril.
Pedro Rocha, que fue inhabilitado por el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) en julio por haberse extralimitado de sus funciones al despedir al secretario general, Andreu Camps, alegó que no tuvo ninguna intervención relevante en el contrato que trasladó la Supercopa a Arabía Saudí porque todo le venía dado por Camps y por la comisión económica.
La magistrada discrepa de este argumento y alude al "Manual de procedimiento en el ámbito económico" de la Federación, que apunta a que "podría ser necesaria su intervención directa en la consecución del contrato y sus adendas".
La jueza cree que Rocha, en su condición de vicepresidente de la RFEF en el área económica en el momento de los hechos, "habría tenido una participación indirecta" en el contrato, suscrito el 11 de septiembre de 2019 y que dio inicio a la causa judicial, así como en sus posteriores adendas.
Cree que hay "indicios bastantes" para mantener la condición de imputado de Pedro Rocha y rechaza que se le haya causado indefensión, en sintonía con el criterio de la Fiscalía Anticorrupción, que apoyó seguir investigándole.
En esta causa, la magistrada investiga si se cometieron delitos de corrupción en los negocios o administración desleal en torno a diversos contratos de la Federación cuando estaba al frente Luis Rubiales, sin descartar un posible blanqueo de capitales.
Uno de esos contratos es el que llevó la Supercopa a Arabia Saudí en virtud de varios acuerdos firmados en 2019 -y prorrogados un año después- entre la RFEF y la empresa saudí Sela, en los que se fijaba una "prima de éxito" a favor de una "tercera parte agente" -Piqué, en representación de la empresa Kosmos- que no se identificaba y que "se revela" en otro documento.
En el auto impugnado por Rocha, la jueza destacaba una cláusula del contrato por la que la RFEF "trataba de garantizar" el pago de 4 millones de euros anuales de comisión en favor de Kosmos, "aun cuando esta empresa formalmente sería la comisionista de Sela", y subraya que en el momento de la firma Piqué era aún jugador del Barça, equipo que participaba en la Supercopa.