Caparrós ha pasado del idilio con Gª Macua a una distancia que se ha hecho un cráter con parte de su Junta tras la pitada del Málaga. El de Utrera, astuto, no ha tenido ambages -viendo el cambio de sol- en dejarse querer desde hace tiempo por su Sevilla o el Atlético de Madrid que parece tenerlo casi atado con Gorka Arrinda, casi. En el entorno de Macua no ven claro que firme sin un conocimiento directo del precandidato. Pero a nadie escapa que Caparrós es féliz en Bilbao, tiene mando, ha hecho un buen equipo a su gusto, magníficas instalaciones y además, cosa lícita, cobra un sueldo muy jugoso.
En ese diletantismo entre Macua y él, Caparrós ha tendido puentes hacia... Josu Urrutia, que "quieto en la mata" se lo está planteando seriamente. Ya se sabe que la política (en este caso las elecciones) hace extraños compañeros de alcoba. El aún precandidato lekittarra no maneja demasiadas opciones debido a que Macua no le ha dejado resquicios. La tardía fecha del 7 de julio echa para atrás a los técnicos de renombre que prefieren tener todo atado antes, y que lógicamente encima no saben al 100% si Josu ganará o no. Valverde por ejemplo no pudo esperar tanto.
Eldemarquebizkaia ha sabido que también barajaba la opción de Cuco Ziganda. Sin embargo la desestimó porque no cuenta con el lazo de "bomba electoral" que puede necesitar Urrutia además de su indudable pureza de corazón Athletic. Otro problema son las aristas. Para el excentrocampista, Caparrós ni aporta votos ni originalidad, amén de que Josu tiene un estilo de trabajo mucho más coral que el que se ha visto en el sevillano estos 4 años de ordeno y mando en todas las parcelas deportivas. Pero es que no le han dejado opciones, "no puedo cerrarme puertas" nos dijo.
¿Y Macua? Parece claro que si Caparrós anda en varios asientos, el abogado bilbaino seguramente tendrá algún as en la manga guardado. ¿Pero cúal? Empieza el baile de nombres señoras y señores. ¡Quién lo iba a decir hace sólo tres meses cuando algunos decían que no iba a haber ni elecciones!