La reacción bilbaína comenzó con el empate ante el Villarreal. Los rojiblancos hicieron méritos para llevarse los tres puntos, pero se tuvieron que conformar con la igualada (1-1). En dicho encuentro, de todas formas, ya se empezó a apreciar una sensible mejoría en el desarrollo de la propuesta de Bielsa. Una evolución que por fin tuvo su premio con la primera victoria de los leones en la Liga. Vencieron a la Real Sociedad en Anoeta (1-2).
El Athletic siguió creciendo. Se impuso a Osasuna en el primer triunfo liguero como locales (3-1). Y, armados de confianza, se enfrentaron a la prueba de fuego de Mestalla. Todo marchaba por buen camino hasta que un gol de Soldado en el 89 hizo volar dos puntos. Las sensaciones, en cualquier caso, fueron muy postivas. Tanto que los bilbaínos salieron a por todas para arrollar al Atlético (3-0).
Los de Bielsa, en total, han sumado once de los últimos quince puntos en juego. Un bagage lo suficientemente sólido para convertirse en un firme candidato al asalto de los seis primeros puestos. Este éxito, unido a la buena marcha como líder de su grupo en la Europa League, ha creado una atmósfera de optimismo que impulsa a los leones. Próximo reto: El Molinón.