"El Sporting fue más peligroso que nosotros, eso es innegable; el trámite hacía pensar que teníamos cierto predominio y cuando apuntaba a cristalizarse en situaciones de gol nos sacudían las llegadas del rival", añade. El argentino recuerda que "no contamos con Amorebieta ni Javi Martínez, Ekiza no pudo continuar tras el descanso...". Este último contratiempo le ha obligado a tomar decisiones. "Entendía que debía ubicar a Aurtenetxe de central, que lo ha sido en toda su formación, y recomponer la defensa de ese modo. A pesar de que ha recibido el gol, esa defensa defendió mejor que la del primer tiempo", opina.
Los contratiempos, a su juicio, explican en cierta medida el bajón del nivel de juego experimentado en Gijón: "Los sistemas se transmiten y la práctica los perfecciona. El equipo ha tenido que adaptarse a las ausencias de Llorente, Javi Martínez, Amorebieta y Gurpegi, jugadores que le dan consistencia y al no estar generan acomodaciones que probablemente no funcionen inmediatamente como funcionaban los habituales intérpretes; sobre todo si algunos juegan en posiciones diferentes a la que lo hacen habitualmente".
Por último, argumenta el cambio de Muniain en la búsqueda de "otra manera de interpretar el puesto. En este caso, quise ver cómo Herrera y David López mezclaban en esa posición, detrás del delantero. Revisé las opciones que tenía para ingresar, valoré a los que estaban jugando y tomé la decisión que tomé".