Ojalá que sea pronto y si es cerca de navidades, aún mejor", apunta Koi que se nota revitalizado pese no haberse reunido con el técnico: "No he hablado con él, es el trabajo sobre el que toma sus decisiones, estoy contento y quiero seguir dándole argumentos para que pueda llegar a jugar".
El de Otxandio reconoce que por su cabeza siempre ha pasado quedarse en Bilbao y luchar por minutos: "En ningún momento me he arrepentido de quedarme. Habrá quien no me crea pero yo sí lo hago", exclama, "mi convecimiento era seguir en el Athletic, en volver a jugar en el año que me queda de contrato y en eso me centro, pese a lo que he pasado estoy convencido de que puedo jugar y gracias al apoyo de mucha gente voy a luchar por ello". Parte de ese suministro de moral ha llegado desde el interior de la caseta: "Sí, los compañeros me han ayudado, en está últimas convocatorias me han dicho que me echaban en falta y eso es importante para la autoestima".
Experto precisamente en el desarrollo de un modelo de gestión de mejora de las capacidades y el rendimiento de las personas con su Consultoría Itzarri (lleva a Efrén Vázquez o Igor Antón entre otros), Koi se ha autoayudado a digerir una situación muy complicada: "No le he dado muchas vueltas al tema, pasé dos meses con esa situación, la acepté e hice lo que podía, entrenar bien y no darle vueltas porque no me iba a ayudar, sino todo lo contrario. Me centré en entrenar bien e irme a gusto para casa. Ese era mi objetivo. Está olvidado, ahora hay otra dinámica y han variado los objetivos lógicamente".
Uno de ellos es ir escalando plazas en la banda izquierda rojiblanca donde de momento le ha tocado seguir pidiendo la vez: "El mister ha optado por tres jugadores como laterales zurdos. Luego hay otras opciones como yo o Xabi Castillo, que también está ahí, hay muchos para jugar, Jon (Aurtenetxe) lo está haciendo bien así que nos queda trabajar duro y buscar la opción para cuando aparezca".
Él seguro que lo va a intentar ya que está loco por jugar y más viendo partidazos como el del Barça: "Sentí envidia sana sí, porque hicimos muy buen partido, dominamos en muchos ratos al Barça, nos pusimos con 2-1 acariciando el triunfo y lástima que al final se escaparon esos dos puntitos. Pero creo que nos fuimos todos muy contentos y satisfechos de San Mamés", comenta.
Hasta la visita al Sánchez Pizjuán la Liga frena, algo que con el tute llevado será de agradecer, aunque nunca llueve a gusto de todos: "Muchos lo agradecerán, a los que no participamos se nos hará largo y luego para el equipo nunca sabes, si es mejor parar ahora que estamos bien o cómo vamos a reaccionar tras 15 días. Algunos pensarán que no es lo mejor parar y a otros, los que más tralla llevan, les vendrá bien para retomar fuerzas para lo que viene".