Al parecer el organismo europeo del fútbol tiene previsto reunirse de forma oficial con los cuatro clubes semifinalistas a lo largo de la próxima semana para darles a conocer la noticia de las entradas que recibirían y que es de suponer sentará francamente mal a los dirigentes de todos los clubes. Tanto Valencia, Atlético de Madrid, Sporting de Portugal como por supuesto Athletic tienen una masa social muy superior a esas 10.000 localidades que ofrecerá la UEFA.
El problema viene dado porque el propio organismo puso ya a la venta hace aproximadamente un mes estradas para la final de su competición a través de internet. La demanda ha sido importante y han dado salida a más de la mitad del aforo del Arena National de Bucarest que es de 55.000 espectadores. Aficionados rojiblancos también aprovecharon esa vía para asegurarse unas entradas que podían adquirirse por 25 euros.
Sin la previsión necesaria, la UEFA se ha metido en un lío grande por temor a no llenar el estadio rumano con otros clubes que participaban en los cuartos de final como el AZ Alkmar holandés que ya anunció a la propia UEFA en su día que solo solicitaría entorno a 3.000 localidades para sus aficionados.
El Athletic sin comerlo ni beberlo se va a ver envuelto en una gran polémica y en un grave problema de logística para atender no solo la demanda de entradas para una hipotética final que sería muy superior a las 10.000 sino también para atender sus compromisos oficiales.