Este no es otro que Ernesto Valverde. Urrutia, según recuerda El Confidencial, tuvo siempre en mente a su excompañero para el banquillo rojiblanco. Las buenas sensaciones de su anterior etapa en Bilbao y la excelente sintonía que existe entre ambos le convertían en su primer opción. Pero el de Viandar de la Vera no podía esperar al desenlace de las elecciones para elegir su destino. Había adquirido un compromiso con Olympiacos, equipo al que ha hecho campeón por tercera vez.
Ha pasado casi un año y a Valverde, como es lógico, le encantaría recoger el testigo del argentino al frente de un equipo que, ahora mismo, pelea por la consecución de dos títulos: la Copa del Rey y la Europa League. Casi nada. Tras ganar la Liga griega, el técnico ha anunciado que no seguirá en el cargo el próximo curso. Las dudas que aparecen en torno a la renovación de Bielsa le invitan a esperar su oportunidad en Bilbao.
Urrutia, pese a todo, está en la obligación de agotar todas las posibilidades para que el de Rosario siga en Bilbao. La afición no le perdonaría lo contrario. El técnico que está haciendo vibrar a la afición rojiblanca como en la época de los últimos títulos merece un esfuerzo. Dependerá, eso sí, del deseo del propio Bielsa. Es de sobra conocido el ferviente interés del Inter en hacerse con sus servicios. También planea la sombra del Barça, si Guardiola no renueva, y del Chelsea. El dilema de Urrutia para cerrar el banquillo de cara al próximo curso se resolverá a partir del 26 de mayo.