Corino, su entonces compañero en el conjunto txuriurdin, narra esta divertida anécdota en Deia. "Era un poco coqueto, sobre todo a la hora de cuidar su melena, que se la retocaba hasta en los partidos, en los que jugaba con una especie de diadema. Se nos ocurrió la brillante idea de reunir dinero entre la plantilla, cuadro técnico, utilleros... para intentar cortarle el pelo. El bote se acercó a las 100.000 pesetas de entonces. Me respondió que no se cortaba el pelo por nada del mundo, ni por dinero. ¡Pero cuando le ofrecí las 100.000 pesetas! Eso sí, el dinero se lo di por adelantado. Se lo logré rapar al cero, con una raya en medio de la cabeza", relata.