El centrocampista rojiblanco no podrá ayudar al equipo a remontar el 2-1 de la ida de semifinales ante el Sporting de Portugal. Está sancionado. "Es una pena, en la grada se sufre más, pero lo importante es estar en Bucarest. Esperamos que en casa, con toda la afición, saquemos esto adelante. Confío en mis compañeros y cada vez que jugamos en San Mamés tenemos mucha ventaja, porque están todo el partido con nosotros. Esto nos da la vida", confiesa en una entrevista concedida a Eurosport. Las claves, a su juicio, serán "no perdonar, saber jugar con inteligencia y aprovechar el ambiente. Creemos que vamos a llegar la final, que seremos capaces de darle la vuelta en Bilbao. Es una oportunidad muy importante y hay que aprovecharla".
A nivel personal, su protagonismo se ha multiplicado de forma exponencial este curso. Hace apenas unos meses la gente se sorprendía al ver el nombre del dueño del dorsal número 10, uno de los que siempre están más solicitados. Muchos no le ponían cara. Algo que ha cambiado sustancialmente desde la llegada de Bielsa. "Lo cogí porque se fue Fran, quedaba libre y era un dorsal más. Ahora pienso en dejarlo en buen lugar, lo más alto posible", se compromete un futbolista que ha enamorado a la grada por sus infatigables carreras: "Muchos me preguntan por eso, pero la verdad es que no me encuentro cansado. Físicamente me encuentro muy bien y creo que tengo lo necesario para hacer ese trabajo de ida y vuelta, de la defensa al ataque. Corro lo que creo que necesita el equipo, y disfruto con eso".
Otra de las grandes preguntas atañe al entrenador. ¿Cómo es Bielsa? ¿Cuál es su secreto? "El míster es un mediador. Es muy ambicioso, didáctico y ha conseguido cambiarnos la mentalidad. Ha cambiado la manera de jugar de todos y a mí, personalmente, me ha beneficiado. Si no hubiese venido, este año no habría sido igual para mí", sentencia.
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