Si andaba el ambiente caliente y revuelto cara al choque de este miércoles (22.00) en San Mamés entre el Athletic Club y el Real Madrid, la cosa ahora arde. Todo nace de la negativa del club blanco a que el Bernabeu acogiera la final de copa entre los bilbaínos y el Barcelona alegando la realización de unas obras en baños y asientos que sonaron a excusa. La virulencia de los ultrassur y de cierta prensa contra la presencia de vascos y catalanes, el tema del himno, la posibilidad de un título culé, dejaron muchas sombras en el aire... Cierta o no la coartada utilizada lo ineludible es que cerca de 13.000 socios del Athletic se han quedado sin ver in situ la final debido al menor aforo del Calderón. Y ahora resulta que el estadio Bernabeu acogerá un amistoso el 3 de junio de los veteranos del equipo merengue ante los del Manchester United. Una noticia que ha sublevado los ánimos de por sí ya torridos antes de un partido en el que los madrileños esperan ganar la Liga como adelantaba Karanka.
Lo cierto es que el presidente blanco se ha rajado y no estará en La Catedral para evitarse líos. En este caso desde su entorno se informa de que "no suele viajar entre semana por motivos laborales". Se ve que tampoco vendrá entonces a ver el campo de Lezama que va a facturar una de sus empresas constructoras.
