Y es que Zubiaurre cree que “si estuviese otro año en el Athletic en blanco todo se complicaría. En cambio si tengo la posibilidad de jugar este año en Salamanca a lo mejor el año que viene puedo jugar en otro equipo de Segunda y de eso se trata hacer un buen año y que tenga posibilidades de buscar algún equipo”.
Aunque no cierra definitivamente la puerta a jugar en el Athletic, reconoce que “está complicado. Lo ha estado hasta ahora y ahora con más motivo por eso he dado este paso para atrás para poder dar uno definitivo para adelante”. De alguna forma Zubiaurre apuntaba en los micrófonos de Radio Euskadi que “la carrera de futbolista se me estaba acabando. Con esta cesión busco jugar 40 partidos una temporada y posibilidades para el año siguiente sea en el Athletic o en otro lado estar en condiciones y tener oportunidad de jugar”.
La temporada pasada tuvo que sufrir no solo el no jugar sino “la enfermedad que le dio un palo muy fuerte al cuerpo”. Por todo ello reconoce que “los seis primeros meses fueron muy, muy duros” y que “con el apoyo de los compañeros y la dinámica del grupo salí adelante”.
Un apoyo que no le mostró el cuerpo técnico de Marcelo Bielsa porque “contaba con sus 14, 15 jugadores y sabemos cómo trabaja. Él no quiere trabajar con mucha gente y sobre todo con la gente que no va a contar y en ese sentido es un poco distante, pero no tengo nada que reprocharle. Esto es fútbol y hay unos entrenadores para los que cuentas y otros no”, concluía.