Está claro el viejo adagio del que no corre vuela nunca se pasa de moda. Tras atacar constantemente al Athletic por su política de captación, los otros clubes vascos también esperan, sin embargo, sacar tajada económica de su gestión. Ahora es Osasuna, liderado por el nuevo presidente Archanco, quien reclama parte del botín de los 40 kilos recibidos por el adiós de Javi Martínez. Y lo hace pese a que en este caso no ha habido un traspaso de mútuo acuerdo, sino que los bávaros pagaron a tocateja la cláusula de rescisión de 40 millones de euros en la sede de la LFP. Los navarros ven el signo de la moneda europea en sus ojos relampaguear y afirman que les corresponden 800.000 del ala por formarlo en sus categorías inferiores, basándose en el mecanismo de solidaridad que estipula la FIFA.
Una figura según la cual los rojillos deberían cobrar su parte reclamada en un plazo de 30 días desde que el de Aiegi hizo las maletas, según informa As. El Athletic, por supuesto, se niega y los de Iruñea se encomiendan a la FIFA con la idea de rascar dinero como han hecho con César Azpilicueta al pasar este del Marsella al Chelsea.
