Pese a haberse enfrentado a rivales sensiblemente inferiores sobre el papel, el equipo de Bielsa casi siempre empieza por detrás en el marcador. Con la obligación de remontar. El empate del jueves ante el Hapoel Kiryat Shmona es un nuevo ejemplo de ello.
El primer revés llegó en el partido de vuelta de la previa europea ante el Slaven. Tras el triunfo por 3-1 en San Mamés, los nervios se apoderaron de los leones con el tanto de Maras al filo de la media hora del partido de vuelta. Muniain devolvió la tranquilidad, pero el resultado final fue de derrota (2-1). El segundo partido ante el HJK Helsinki parecía un paseo tras el 6-0 de la ida; pero los rojiblancos, de nuevo, empezaron por detrás en el marcador. Finalmente igualaron a tres en un choque que llegaron a ir perdiendo 2-0.
En Liga, la dinámica ha sido similar. El Betis llegó al descanso en San Mamés con un escandaloso 0-3. Lo más que consiguieron los bilbaínos fue maquillar el marcador (3-5). Más diferencias dejó el 4-0 del Calderón. Y en la visita a Cornellà, el equipo de Bielsa tuvo que dejarse la piel en la segunda parte para rascar un punto tras acabar la primera con dos goles de desventaja.
El flojo Hapoel Kiryat Shmona sacó petroleo con un tanto de rebote en la que prácticamente fue su única llegada ante la portería de Iraizoz. Los leones solo pudieron empatar pese al carrusel de ocasiones. Se trata, en cualquier caso, del sexto encuentro que el Athletic empieza perdiendo de los nueve disputados. Solo se salvan las victorias por 3-1 sobre el Slovan Belupo, la goleada al débil HJK Helsinki (6-0) y el único triunfo liguero, el 2-0 sobre el Valladolid de la tercera jornada.