En los prolegómenos del encuentro frente al Málaga, los athletizales rendirán tributo a la gran leyenda rojiblanca en el día en el que se cumplen 50 años de su debut con el Athletic. Aquel del 23 de septiembre de 1962 en La Rosaleda, precisamente frente al mismo rival que visitará Bilbao, comenzó a forjar su leyenda en ídolo de varias generaciones de aficionados al fútbol en Bizkaia y en todo el mundo. 17 temporadas, 614 partidos oficiales, los títulos de Copa de 1969 y 1973 y el Trofeo Zamora de 1970 son sólo algunos de los hitos alcanzados por un figura que encarna en si misma 114 años de historia en rojo y blanco.
Aquella tarde de septiembre de hace medio siglo, un chaval de 19 años por el que el Athletic había pagado la entonces astronómica cifra de un millón de pesetas al Basconia saltaba al campo a media hora de partido para sustituir a otro mito, Carmelo Cedrún. El durangarra se había lesionado en un partido en el que también se había estrenado, este como titular, otro futbolista con un lugar de honor en los altares rojiblancos, el sestaoarra Fidel Uriarte.
Pero fue la temporada siguiente cuando Iribar se asentó definitivamente en el portería de San Mamés. Juan Otxoa, prendado de las cualidades de aquel espigado guardameta que Piru Gainza pescó en Basozelai, le dio galones en Mestalla y allí comenzó una trayectoria que le ha hecho eterno.
En 1964, apenas tres meses de debutar con España de la mano de Juan Villalonga, logró la Eurocopa y en 1966 jugó el Mundial de Inglaterra el mismo año en el que Iribar agigantó su mito en la final de Copa en la que el Athletic perdió por 2-0 ante el Real Zaragoza de 'Los Cinco Magníficos'.
A pesar de la derrota, su deslumbrante actuación en aquella final hizo que los seguidores bilbaínos le compusieran en el Santiago Bernabéu la archiconocida "Iribar, Iribar, Iribar es cojonudo, como Iribar no hay ninguno".
Un partido de Copa frente al Getxo en San Mamés, el 12 de diciembre de 1979, fue la última cita oficial de Iribar con el Athletic que por aquel entonces estaba comenzando a forjar el último equipo campeón, el que llevó Javier Clemente a ganar la Liga de 1983 y el doblete Liga-Copa un año más tarde.
Como reseñábamos no será el primer reconcimiento que el 'Txopo' va a recbir en San Mamés. El 27 de agosto de 1971 fue homenajeado por batir el récord de partidos internacionales con España en un acto al que acudieron Lev Yashin, la 'Araña Negra', y Ricardo Zamora dejando para el recuerdo una fotografía histórica que tiene un sitio de honor en el museo del club. Nueve años más tarde, el 31 de mayo de 1980, después de su retirada 'La Catedral' volvió a rendirse a los pies de un ídolo al que se sigue y se seguirá venerando con cariño, respeto y devoción.