Salvo que el Comité de Apelación le eche un capote será baja en San Mamés, campo donde a menudo se ha especulado podría hacer carrera como león. "No busqué la tarjeta para limpiarme, ha venido ahora, con la mala suerte que va a ser en San Mamés, un estadio precioso para jugar", ha explicado. De hecho aún no sabe si vendrá como aficionado a la grada bilbaína: "Aún no me he planteado si iré a ver el partido si al final no puedo jugar".
Los nazaríes buscan salvar la categoría, algo que de forma impensable al inicio de la campaña también preocupa al Athletic. Escuchando a Rico está claro que fácil no lo van a poner el día 1, como el año pasado en que ganaron 0-1 con el inefable Undiano Mallenco. "Podemos dar la sorpresa otra vez allí, aunque son circunstancias diferentes. El Athletic estaba en una dinámica buenísima cuando nos enfrentamos allí el año pasado, nosotros en una mala, y este año ninguno llega en un gran momento", ha expresado.