Daba miedo ver la grada del Sanchez Pizjuán medio vacía, pero más va a dar la alineación del Athletic el próximo domingo ante el Real Madrid después de ver que tras la sangría de hoy Aduriz, De Marcos, Laporte y Gurpegui se perderán el clásico, siendo encima duda Iraola que se fue con una sobrecarga muscular.
La pena es que más allá de momentos mejores y peores, que los hubo, el equipo de Bielsa desperdició la opción de ir a por la victoria con un jugador más, y acabó incluso perdiendo tras la expulsión de Aymeric.
No llegó Aritz Aduriz al 100% tras una semana con molestias musculares y Llorente tuvo su segunda titularidad del curso, eso sí, como dato, en bwin se pagaba el gol del riojano a 3,75 €... Una apuesta que su actual estado de forma no pudo dejar mal.
La jornada fue muy buena en cuanto a resultados, pero habrá que volver a sumar puntos pronto para no volver a agobiarse, que aún queda camino por recorrer y visitantes muy incómodos.
Sevilla: Beto; Coke, Fazio (Peroti 65), F. Navarro, Alberto Moreno; Medel, Kondogbia, Rakitic; Manu Del Moral, Reyes y Negredo. En el banquillo: Palop, Cicinho, Botia, Maduro, Hervas, Perotti y Baba.
Regresaban los leones en Nervión al 4-3-3, a tirar de Laporte como lateral, e incluso a permitirnos ver a... ¡Iker Muniain de titular junto a su amigo Llorente! Pero sobre todo regresaron los problemas de siempre. De inicio, para sacar el balón jugado ante un Sevilla que salió con la lección empollada, a presionar cada inicio de jugada..., y lo que es más grave, para defender el balón parado, porque en el minuto 4 Negredo ya pilló en canicas a la defensa bilbaína para poner el 1-0.
Un tanto manido como la lluvia en Bizkaia, con todos los jugadores peligrosamente metidos en el área pequeña de Gorka y que partió de una falta innecesaria, en este caso de Gurpegui que luego se resarcía salvando un obús a bocajarro del mismo Negredo y marcando un gol.
El Athletic trató de rehacerse dando un paso adelante con la complacencia andaluza, pero lo cierto es que los de Emery volvieron a tener la siguiente ocasión clara con un resbalón de Iraola ante Reyes que no marcó, pero meramente porque la pierna derecha la tiene para hacerse tatuajes.
Favorecidos por los espacios que dejaba el conjunto rojiblanco en busca del empate y los regalos constantes de balones en zonas de riesgo, Alvaro Negredo dominaba las contras en busca de su segunda diana.
Y es que no tiene duende el equipo de Bielsa que antes ciertamente fallaba mil ocasiones, pero las creaba, porque a estas alturas de temporada en realidad a duras penas llega al área rival. Y si encima llegas, das un taconazo sin mirar y dejas a siete compañeros vendidos, como hizo Herrera en el 40', se puede empezar a pensar que el 1-0 no era tan malo.
De las pocas ocasiones vascas que hubo en el primer tiempo, un fundido Llorente fue protagonista, lo mismo que de un buen número de agarrones por parte de la defensa hispalense. Pero ahí Mateu Lahoz es un hueso duro de roer para cambiar la negra estadística con los penaltis de un Athletic, hoy con un uniforme un poco a lo Frankenstein, mezclando partes de varios equipajes.
Así se llegó en desventaja al descanso con el Loco Bielsa sin parar de dar vueltas como un poseso ya que sus chicos sin dominar la parcela central y perdiendo balones con profusión rezaban ante cada contragolpe y cada balón parado sevillista. Que tampoco crean que el anfitrión necesitó ni a Navas ni hacer mucho más para irse ganando a los leones, eh, otra historia conocida, bastó con que Rakitic encontrar al delantero madrileño para hacer pupa.
A la vuelta Aduriz e Iturraspe fueron los encargados de cambiar la decoración porque el Athletic estaba perdiendo la paciencia y veía una tarjeta, un paradón de Iraizoz y un poste en apenas dos minutos. También un penalti con expulsión de Fazio por agresión a Aduriz, pero eso Mateu, para variar, tampoco lo vió, como tampoco luego la posible expulsión del delantero donostiarra.
Lo que ya no pudo evitar nadie fue el empate de Gurpegui peinando un centro de Ibai en el 55', sufriendo en este caso los sevillanos una jugada de estrategia igual de mal defendida que en su gol.
Con el empate surgía el mejor Athletic al que solo la faltaba un punto de decisión en un juego combinativo que ahora sí hilvanaba mejor. Pero faltaba atinar con el último pase, algo en lo que Muniain estuvo especialmente espeso. Su brother Ramalho tuvo la opción de volver a jugar en el campo donde debutara tras la lesión muscular de Iraola, un Jonás que por cierto jugó el sábado con el Bilbao Athletic. Y quien sabe qué cuentas habrá que hacer para medirse al Madrid, porque de momento Aduriz, Gurpegui, Laporte y De Marcos estarán sancionados.
En pleno festival tarjetero Fernando Navarro se iba a la ducha siendo acompañado escasos minutos después un descontrolado Aymeric, que no hacía penalti además por un suspiro, pero que no pudo evitar ser el sexto león expulsado de este eterno curso tras ver dos amarillas... ¡en dos minutos!
Pero lo más doloroso fue dejar a Negredo machacar la enésima contra rematando entre cuatro jugadores vizcaínos dejando el partido sentenciado en el minuto 87, en ese momento en que te puede pasar todo menos que te pillen (con perdón) en bragas.
Se había pasado de estar en superioridad a tener que ver a Iraizoz tirarse en sarra en medio campo para evitar el posible 3-1 ya que su portería estaba sin inquilino. Una locura de la que el equipo de Bielsa salió perdedor, y que encima tendrá como primer consecuencia enfrentarse a los lobos de Mourinho con lo puesto.