Mikel San José, defensa del Athletic, ha comparecido esta mañana en la sala de prensa de Lezama con una visible secuela del partido disputado ante el Levante. El central todavía tiene el ojo izquierdo morado por el codazo que le propinó David Navarro cuando buscaba el remate en una acción a balón parado dentro del área visitante. Se quedó tendido unos segundos en el césped, pero el árbitro no señaló nada.
"Está claro que hubo un golpe, son cosas que pasan en el fútbol, esta vez me ha tocado a mí, pero tampoco hay que darle más vueltas", se resigna.