El Athletic celebra el día Grande de Bilbao como líder en Anoeta

Asís Martín IIIEstá claro que el Athletic ha empezado la campaña bastante mejor que la anterior. Dos victorias en dos partidos, tras ganar primero en Valladolid y hoy a Osasuna (2-0) para colocarse en el grupo líder de la Liga. Un tanto de Arribas en propia meta y otro de De Marcos certificaron un triunfo sufrido y basado en las contras ante un rival dominador pero frágil atrás y desactivado adelante por Iago Herrerín.

Sobre la predisposición de los más de 20.000 vizcaínos que se fueron a Anoeta no había dudas, están siempre a muerte. Más aspectos en sombra y a mejorar deja el juego del equipo de Valverde, que pese a sumar dos triunfos sigue sin mandar en los partidos y recibiendo ocasiones de gol con relativa facilidad.
Pero es importante no ser cenizos y quedárse también con las cosas positivas. El trabajo del portero de Basurto, siempr evaliente y decidido a desprecio del riesgo, las cabalgadas de Saborit, el renacer de Muniain, o la alegría ofensiva (propia del libreto de Marcelo Bielsa) cuando el equipo bilbaíno coge la moto. Nos vamos a divertir. Hoy incluso pese a Muñiz y a tener que abrir el marcador con un tanto prestado por Arribas.

Un día especial, Grande de Bilbao aunque en Donostia, trajo un buen número de novedades. Hasta tres debuts, por ejemplo, dos de ellos en Primera. El de Iago, bajo palos y el de Enric Saborit, que fue la sorpresa en el lateral zurdo ocupando la plaza que Balenziaga desperdició en Pucela. Aparte, cumplida su sanción llegaba el estreno de Aduriz en la punta del ataque.
Saltaba el Athletic a un Anoeta tomado por el color zurigorri, totalmente desbocado con un poste de Aritz a los 59 segundos. Sólo un mínimo roce del muslo de Andrés Fernández impidió que el balón besara la red. Una pena porque al final no se rascó ni gol ni la expulsión de Arribas si 'Adu' se deja caer tras su tarascada.
Con ambos conjuntos centrados en una presión brutal llegaban pronto las ocasiones de Osasuna por medio de Armenteros, salvadas ambas inextremis por Herrerín. Un buen susto para un Athletic que se esforzaba en tocar progresando siempre por una banda izquierda en la que Saborit mostró un desparpajo digno de interés, pero muchas carencias hacia atrás.
Pese al tópico de los derbis del Norte, el choque caminó trepidante. Muniain recordaba al de 2012 y los de Mendilibar pese a sus seis bajas no se parecían en nada al flete de la primera jornada. Tomaron el mando del partido y los de Valverde, aún amparados en las contras, llegaron a pasar auténticos apuros. Eran desbordados en su centro del campo de mucho ruido (en cuanto a nombres) pero pocas nueces en cuanto a fútbol. Y es que Ander Herrera estuvo esos minutos muy desubicado. 
Los achuchones rojillos insuflaron cierta flojera de piernas en la zaga vizcaína, que empezó a ver llegar centros peligrosos por todas partes. Nos cansamos de ver a Iago pegar pelotazos arriba, algo que seguro no gustaba nada a Valverde.
Aún así los leones tienen mucha calidad y los navarros no daban una tirando la línea en defensa. Sus agujeros eran más grandes que los que estudia Stephen Hawkins por el espacio.
En el 28' Arribas salvaba por los pelos una nueva opción clarísima de Aduriz tras regatear a Andrés Fernández, y finalmente la fortuna tuvo que hacer que fuera el propio Arribas el que metiera en propia meta el gol que abría el partido. Incluso con los de Irunea en plena caraja Muñiz perdonó la expulsión a Marc Bertrán desquiciado por un 'Bart' maravillosamente resucitado. Hasta curraba en defensa el de la Txantrea. ¡Aleluya!
La segunda parte, tras el bochorno del trencilla asturiano con el córner escamoteado al Athletic, comenzaba con un leñazo a Iraola y con un jugadón al primer toque que Herrera no pudo culminar. Lástima, Anoeta se hubiera caído como el viejo San Mamés, pero esta vez sin necesidad de meter máquinas. En el 60' una batalla individual de Susaeta casi acaba siendo el segundo ante un Osasuna que segía empujando pero que pagaba su escaso o más bien nulo gol. Dominaba el balón ante un conjunto rojiblanco que no le cogía la onda al campo, y que tuvo que ponerse en manos de Iago Herrerín para salvar los puntos.
Valverde reaccionaba metiendo rápido los tres cambios, algo que también le distingue de Bielsa, entre ellos el joven Erik Morán para corregir junto a De Marcos la falta de peso del equipo en el campo. Txingurri se había cepillado a los tres medias puntas titulares de la misma. En el 78' el enésimo cante de la línea rojilla nos dejó un balón de oro, sin portero, que Ibai desaprovechó al no atreverse a chutar desde medio campo. Pero tres minutos después la enésima contra era machacada con precisión por Oscar De Marcos para tranquilidad de una grada volcada pero nerviosa. El 2-0 fue una gran respiro porque la verdad es que los navarros habían dado cera pero también mucha guerra como para no merecer perder.
Ese tanto definitorio fue el culmen del vasquismo en un derbi. Gol de un alavés para el Athletic en Donostia frente a Osasuna. Toma ya. Después del parón, el domingo 1 de septiembre, habrá que ir al Bernabeu a tratar de mirar de tú a tú al Madrid de Ancelotti en su guarida. El Athletic también es de momento líder del campeonato.