El arquero rojiblanco, que debutaba ante el equipo de Mendilibar en Primera, al mismo tiempo que Saborit, se sacudió la tensión conforme avanzaba las manecillas del reloj: “Más que nervios, es una ilusión, es cierto que ha habido algún balón que con un poco menos de nerviosismo igual hubiera salido, pero con minutos o con más experiencia, se suple”.
Valverde, al término del choque, le lanzó una mensaje de felicitación, que le llegó al portero: “Tanto yo, como todo el equipo ayuda y defensivamente estamos bien todo el bloque”. Herrerín insiste en haberse “visto bien”, reforzado por sus minutos el curso pasado cedido en el Numancia: “El año pasado competí, y si bien es cierto que al principio del partido estába pensando en cómo sería, rápidamente se te quitan los nervios y estoy contento”.
El domingo al mediodía en el Bernabéu será la próxima cita del conjunto rojiblanco, con el debate en la portería, de nuevo, a la palestra: “Yo, a seguir a lo mío. Si me toca jugar, genial y si no me toca, también genial”. Herrerín, disciplinado, añade al respecto: “Ahora, a esperar. El míster está contento con Gorka (Iraizoz) y conmigo, es buena la competencia sana para el equipo”. El fornido arquero sostiene que la suplencia ante el Valladolid en el estreno liguero no le mermó: “Para nada, al final, yo sé el rol con el que venía, que era disputarle el puesto a Gorka, del que tengo que aprender mucho, que tiene mucha más experiencia que él y en ningún momento me lo tomé mal. Es más, lo veía lógico”. Desveló además que nada más entrar al vestuario de Anoeta, “el primero que estaba para felicitarme era él”.