Un campo espectacular, muy moderno, vertical y funcional, al que aún le restan los últimos retoques. Los rojiblancos gozaron en el verde, los socios alucinaron con la panorámica y con sus nuevos asientos ergonómicos.
Gritos de ¡¡¡Athletic, Athletic!!!! a los cuarenta minutos, con buen eco, representaron los únicos gestos de ánimo a los de Valverde, además de aplausos a los goles o a los gestos técnicos de Beñat o Morán. Aunque muchos socios se fueron antes, sólo querían comprobar el número de escaleras para subir, las puertas de acceso, los baños y demás accesorios de la localidad que va a tener en los próximos años.
La imagen del la jornada fue el torrente de gente abandonando el estadio la calle Pitxitxi y las adyacentes al estadio mientras sonaba por megafonía el himno del Athletic.