Curiosamente el Apache Tévez fue el autor del otro gol blanquinegro, que esta semana se ha sumergido en la polémica al tener que desmentir unas supuestas declaraciones denigrando a Llorente: “Es un gran jugador y será crucial para nosotros”, respondió. Dicho y hecho. La celebración de Llorente tras su giro de cuello en el aire, la manifestó con los puños apretados, voceando como un poseso, expulsando al exterior toda la rabia contenida.
El ex delantero del Athletic no terminaba de encontrar su sitio en el once. Tan sólo había acumulado dos minutos en un partido de Liga. Tampoco en el arranque de la Champions, en el que la Juventus empató contra el Copenhague (1-1) se vistió de corto.
El técnico Juventino, Antonio Conte, alineaba por delante del de Rincón de Soto al propio Tévez, a Vucinic o incluso a Quagliarella, dejando al ex rojiblanco, fichado del Athletic en verano, en el fondo del banquillo. De hecho, se habían desatado los rumores, muchas veces interesados, de una posible cesión del ariete a algún club español, que fueron también despejados por el director deportivo de la Juventus, Giuseppe Marotta.
Algunos medios italianos, con escasa gracia, habían cuestionando la valía del internacional español: "¿Es sólo guapo?", titulaba el rotativo Tuttosport en portada. Llorente demostró ante el Verona que además de I’bello, ahora con barba de una semana, sabe meter goles.