Ibai Gómez presenta su mejor tarjeta desde que viste de rojiblanco

Ibai Gómez fue el revulsivo que buscaba Valverde para romper la línea de flotación del Betis. El extremo de Santutxu, inconmensurable empleando el exterior y el interior, cuajó seguramente su actuación más brillante desde que Caparrós le rescatara del Sestao River. Varias asistencias, una la del gol de San José, y un larguero abrillantaron una actuación plena de derroche físico. 

Ante el equipo de Mel fue un auténtico azote con sus entradas por la banda izquierda y con sus centros medidos a Aduriz, especialmente y a Herrera. Casi todas las jugadas con los mismos protagonistas. Y aunque costó, el despliegue físico y técnico recibió el botín deseado aniquilando al equipo verdiblanco. 
El Athletic dispuso de hasta 19 ocasiones de gol, algunas más claras que otras, e Ibai Gómez participó en más de la mitad. En alguna acción hasta mostró su lado más pillo, el que le encumbró en la cantera de Mallona cuando dio el estirón. Sacó de banda sin saber muy bien si le correspondía hacerlo, habilitó para Herrera, que a su vez prolongó a Aduriz, que sólo erró ante Sara. Antes de concluir la primer mitad sirvió dos balones francos a la cabeza de Herrera y de nuevo de Aduriz, pero el gol se atragantaba.  
Sendos largueros también se interpusieron en su camino, uno de un zapatazo terrible que hizo tambalear la madera y otro botado por él mismo que Gurpegi cabeceó al travesaño. Sólo al final se desatascó el encuentro y con susto incluido del Betis. Lo cierto es que Ibai seguía corriendo en el minuto 83, poco antes de que Valverde le supliera por Iturraspe y se llevara una cerrada ovación. 
El chico enclenque que brotó de la cantera de Santutxu se ha hecho mayor futbolísticamente, con más cuajo, más verticalidad y más consistencia. Muniain tiene un digno rival para ocupar la banda izquierda.