Un entrenamiento matinal muy liviano, que apenas duró una hora, con rondos y sprines. La carga de trabajo ya se había realizado en la tarde del miércoles en Lasesarre ante el Barakaldo y no era cuestión de saturar a la plantilla con el partido ante el Villarreal del lunes a la vuelta de la esquina.
Valverde, que también habló anteriormente con Laporte, estuvo muy encima de los suyos en el aspecto psicológico, espera tener disponible a Mikel Rico para el entrenamiento a puerta cerrada mañana viernes. Ander Herrera e Ibai Gómez siguen apurando sus posibilidades de poder estar disponibles ante el Villarreal.
Kike Sola no se asomó al exterior de las instalaciones. Su readaptación va más lenta de los esperado aunque la herida en su gemelo ha cerrado. No se quiere precipitar su incorporación al grupo. De momento, toca balón con suevidad y trota alejado de la rutina del resto.