La afición blanca adora a Llorente. El curso pasado, cuando salió a calentar con el Athletic, fue ovacionado por la grada y el riojano les devolvió el saludo con un gesto visible con sus palmas. Una acción muy criticada en Bilbao, porque Gurpegi y Susaeta estaban siendo insultados con virulencia minutos antes. En el encuentro de Champions se repitió la historia, esta vez cuando fue relevado. Llorente ya había batido a Casillas: “Triste porque la expulsión fue injusta, es una jugada definitiva que nos dejó con diez el árbitro; ha roto con el partido, que estaba abierto. El Madrid no ha estado a gusto”, lanzó al término del choque, que acabó con 2-1 a favor de los de Ancelotti.
Llorente, que saltó en el once inicial, lamentó que fuese cambiado por Conte para ajustar las líneas con uno menos: “Una pena salir del campo por una situación así, no he podido disfrutar del partido en la segunda parte como hubiese querido”. Aunque no desprecia el resultado: “Las otras veces que he venido en el Bernabéu, quedarte con un jugador menos es lo peor que te puede pasar; normalmente sales goleado y en ese sentido es para estar contentos”.
La Juventus, al menos, cumplió: “Venimos de malos resultados, pero hay confianza en el equipo, podemos seguir creciendo y hacerlo mucho mejor”. Un equipo turinés que, pese a la derrota, sigue dependiendo de sí mismo, aunque, como reconoce Llorente, “la situación es peligrosa”.