acertó y decantó el duelo a su favor en el último minuto (0-1).
En la recta final del choque, un jugador granota se olvidó de la línea del fuera de juego en una falta a favor y se acercó al meta del Granada para limitar su campo de visión y su concentración. El trencilla no sancionó al Levante, puesto que según una circular del Colegio de Árbitros se trata de una argucia permitida por el reglamento. El lanzamiento de esa falta se marchó muy cerca del poste.
Minutos más tarde, desde una posición parecida, Piti probó suerte con la ayuda de un compañero, que hizo lo propio con el portero granota, quien solo pudo tocar la pelota antes de que se colara en el fondo de las mallas. Gol y victoria para el conjunto andaluz.