En ese escrito, la magistrada imputa a cuatro agentes de la Ertzaintza como presuntos responsables del homicidio imprudente, pero no atiende a la petición de la familia del joven hincha rojiblanco de extender las imputaciones a los cargos políticos del PSE-EE que estaban en ese momento al frente de la Consejería de Interior.
"No consta en la causa ningún tipo de dato que permita suponer que el consejero de Interior (Rodolfo Ares) tuviera intervención alguna en las actuaciones que se realizaron", argumenta la juez Torres, al entender que su cargo era estrictamente "político".
Cabe recordar que la muerte del joven se produjo por el impacto de una pelota de goma lanzada por un ertzaina aquel 5 de abril de 2012, y que falleció cuatro días después como consecuencia de los daños producidos por el golpe. El proceso sigue abierto, y la próxima persona en declarar será un testigo. La persona que le vio caer desplomado al suelo al recibir el impacto.