Herrera envidia el "oportunismo de llegadores" como De Marcos o Aduriz

Ander Herrera, centrocampista del Athletic, no termina de encontrarse a gusto esta temporada. El pasado curso, a las órdenes de Bielsa, ya no fue el mismo que el del primer año. Y el cambio propiciado por Valverde tampoco le ha reactivado. El bilbaíno sigue en la búsqueda de su mejor versión.

Txingurri le ha colocado en dos puestos. De centrocampista intermedio y de mediapunta. "Salvo jugadores muy contados en el mundo, que pueden elegir dónde jugar, los demás nos tenemos que adaptar a jugar donde quieran los entrenadores", se resigna el jugador, aunque reivindica que "tanto en una posición como en la otra, siempre me ofrezco y trato de jugar la pelota".
Se pone un único 'pero'. Algo que lleva varios años persiguiendo. "Tengo que mejorar en la llegada, mejor dicho, en el oportunismo de los llegadores, como De Marcos, Aduriz... No es tanto llegar, que creo que sí estoy llegando, como hacerlo con opciones de hacer gol".
La merma de su protagonismo en las alineaciones del equipo rojiblanco, teniendo en mente la oferta de Manchester en agosto, no le lleva a plantearse cosas de cara a enero. "Hay un mes que es el mercado de invierno y ya está, eso no me dice más", despeja.
En cuanto a la sanción a Aduriz, víctima de una simulación, no quiere entrar demasiado en ello. En su día, Herrera pidió disculpas públicamente por haber fingido sufrir una falta. "Pensé que me equivoqué en ese momento, pero no me puedo poner en la piel de otros jugadores. Además, tampoco es bueno polemizar con esto, porque es darle vueltas a una batalla perdida", expone, antes de desear que el CEDD "reduzca" la suspensión de dos partidos al delantero porque "no hay un insulto al árbitro, que eso sí sería muy castigable, solo ve que no ha hecho nada, dice una expresión, pero no quiere faltar al respeto al árbitro". 
Es momento de esperar y pasar esa página. Se centra en lo colectivo. En el reto de enderezar la trayectoria a domicilio y darle esa alegría a una afición que fantasea con la Champions. "Lo que pido a mi grupo, al equipo, de puertas para dentro, es prudencia, porque el año pasado hablamos todos de Champions al principio y nos dimos un gope que hasta el final no nos salvamos. Hay que ser cautos, pero es bonito que la gente tenga ilusión, porque eso significa que ven capacidad y nos valoran", expresa.