El Athletic también remonta en Málaga y se afianza en plaza europea

Asís MartínIIILa expulsión de Portillo fue mano de santo para que el Athletic se lanzará a remontar el partido y ganar 12 años después en La Rosaleda al Málaga (1-2). Un triunfo, -aunque parezca mentira el tercero fuera de casa-, esta vez con goles de San José y Muniain, que le pone a un punto de la Champions y le afianza con fuerza en la zona europea del campeonato antes de recibir al líder FC Barcelona.

Una victoria que catapulta las ilusiones del equipo zurigorri, ya que a esos niveles no se puede vivir solo de San Mamés, más allá de que el espectáculo futbolístico no haya sido demasiado exquisito para el paladar. Pero, clasificación amigo... ahí quedan esos 26 puntos, a uno del Villarreal que cierra las plazas de Liga de Campeones.
Importantes ausencias marcaron la enésima vuelta de tuerca a una alineación de este Athletic de Valverde. Sin Gurpegui ni Aduriz, llamaba la atención la 'caída' de Beñat y Susaeta, más que la entrada de San José al eje de la zaga. Aunque el navarro finalmente iba a ser muy protagonista. La nueva titularidad de Guillermo estaba cantada por las bajas arriba y su velocidad para jugar fuera de casa, hoy el bilbaíno partió con Muniain en la media punta, escorado Herrera (sobre el papel, claro) a la derecha como se había ensayado en Lezama.

Los leones, con mucha gente tocando por dentro, salieron a conservar la pelota ante un rival que buscaba descaradamente jugar a la contra, más allá de que fuera el que ejercía nominalmente de local. Su idea era buscar las cosquillas a la novel defensa formada por San José y Laporte, tirando de velocistas. Así que el dominio era vizcaíno y, aunque faltaba algo de precisión, Muniain tuvo una primera llegada buena tras un gran pase de Herrera, pero el de la Txantrea estuvo poco fino en el control.
Incluso, liderado el ritmo por Iturraspe, en el minuto 21 se pidió un gol fantasma de Guille de cabeza en un balón parado, pero lo cierto es que no entró. Tal vez penalti sí fue, porque buena tarascada se llevó el cachorro de Eliseu.
Lo cierto es que la estructura del equipo en realidad era totalmente asimétrica, ya que ni Ander ocupaba jamás la banda, ni Iraola pareció empezar a gusto su partido 450. Tal vez es que está demasiado acostumbrado a entenderse con una mirada con Susaeta, y hoy el eibartarra estaba en la banqueta.
El asunto es que ya que nunca se llega por la izquierda y, en este caso, tampoco por la derecha, el equipo de Schuster se fue desperezando hasta discutir la posesión del esférico. Y menos mal que este no es ya el equipo de los 96 kilos de presupuesto, es una versión crisis 2.0 muy alejada de la de Champions, así que les costó estrenar a Gorka. Pero llegar llegaron. El remate de Juanmi, mordido, en el 30' fue el primer aviso gordo. Era una ocasión de lujo, y la del 33' de Antunes ya es que era medio gol, pero afortunadamente la cruzó demasiado.
Al Athletic no se le podían negar sus ganas, su presión, pero llega a ser desesperante ver como se desperdician decenas de balones mal enviados a compañeros que están apenas a tres metros de distancia. Tras pasar por equipos con enormes peloteros seguro que Txingurri a veces tendrá que frotarse los ojos.
La pérdida de liderazgo fue toda una invitación a que los andaluces se adueñaran de la recta final del primer tiempo, sobre todo una vez que en el 37' Juanmi marcaba un golazo de cabeza justo cuando los leones estaban con 10 por un golpe de Aymeric que estaba siendo atendido en la banda.
San José, que llevaba una noche muy aciaga y no llegó a la marca del goleador malacitano, pudo redimirse sin embargo 4 minutos después, pero un remate de esos que él suele fusilar se le fue arriba. Lástima porque era el momento ideal para frenar el golpe recibido antes de irse al descanso. No sonó esa flauta, y un día más en ese cuarto de hora más había que pensar en pegar ziabogas, en remontar, en planes B... Y muy claro no lo veía el mister con su proyecto inicial porque metió los tres cambios en apenas un chasquido de dedos. El cambalache iba encabezado por la incorporación de Susaeta con objeto de que al menos una de las bandas tuviera salida, porque hasta entonces habían parecido un túnel con el techo derrumbado.
Como el panorama no cambiaba en absoluto, Valverde activó a Oscar De Marcos retrasandose Herrera a una nueva posición de medio centro, que en el fondo es de lo que había jugado antes cuando teóricamente no jugaba ahí. Perdón por el galimatias. Y ya de postre entraba Toquero por un Guillermo al que solo le pusieron un balón decente en 62 minutos, y casi lo enchufa, ojo.
En cambio a San José sí le dieron la opción de pasar de villano a héroe al lograr el empate de un chepazo, sí chepazo, en el 68 al saque de un córner salvador. Un gol vital porque el equipo necesitaba un shock a falta de brillantez. Schuster entendió que la nueva situación no le venía bien y optó por inyectar dos cambios de golpe metiendo a Pawloski y Morales.
Un partido que va 1-1 e incluso la posesión es 49-51% estaba claro que solo se podía resolver por un detalle. Como lo fue la expulsión de Portillo en el 83' por doble amarilla, abriendo de par en par las opciones rojiblancas de sumar la tercera victoria en la carretera, que dicen los yankees. Y Muniain, hoy mucho más reconocible, fue el encargado de aprovechar, a trompicones eso sí, un servicio de su amiguete Herrera que daba la vuelta al marcador tan solo un minuto después. El campo empezó a cantar "Schuster vete ya", pero eso no es asunto nuestro. Sí los tres puntos. Un verdadero regalo adelantado de olentzero antes de recibir al Barça en La Catedral el próximo domingo 1 de diciembre. Los culés llegan como líderes sin Valdés, Messi y puede que Alves, y se espera un partidazo y un ambientazo aunque sea Medio día del Club. ¿A qué sí?

 
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