El portugalujo confía en tener la oportunidad de seguir en la plantilla y ganarse un sitio en la segunda parte de la temporada, sin tener que buscar minutos en enero. "Ahora no pienso en eso. Quiero trabajar, quiero seguir aquí y hacer todo lo posible para que el entrenador vuelva a confiar en mí", ha expresado, todavía ataviado con el nuevo traje de gala de la plantilla bilbaína.
Los fallos propios, comprensibles en un recién llegado a la élite, unidos al gran rendimiento de Iturraspe y Mikel Rico, están complicando el reparto de minutos. Hasta Herrera y Beñat se han quedado sin hueco en más de un partido. "Está claro que la competencia es muy dura, todos los que juegan en el medio son muy buenos y solo queda trabajar, trabajar y trabajar", asume.
Su contador se ha parado, por el momento, en 233 minutos. Reconoce que no jugar "duele", pero no baja los brazos. Morán sigue "muy ilusionado y muy contento" de formar parte del primer equipo rojiblanco y agradece el "apoyo" de los que le rodean en estos momentos de escaso protagonismo que está atravesando.