La ilusión del ariete donostiarra se ha evaporado, ya que en declaraciones a esta misma web el jueves apuntaba que "espero que vean las cosas con perspectiva. Y si al principio me quitaron la tarjeta roja la consecuencia de ello debiera tratarse también así y aplicarse el mismo baremo en la decisión".
No ha habido fortuna, algo que tampoco sorprende demasiado visto el proceder de los comités. Y es que resulta increíble que se le retire la tarjeta roja por error en la apreciación arbitral pero se le mantenga la severa sanción. Dos partidos por decir "es una puta vergüenza que me expulses por esto".