Algo propio de una noche de jueves, de lluvia, de noche copera del Athletic en San Mamés. Hay cosas que no cambian pasen los años, o por mucho que las máquinas derriben tribunas. Con ese inconfundible sabor de bocata y papel albal nacía un partido que tuvo un susto inicial en un despeje de Iraola que pasó cerquita del larguero de Iago. Aunque Luis Enrique pasaba de la copa sus chicos llegaron varias veces y con un buen surtido de atacantes según pitó Teixeira.
Empezaron bien colocados y los rojiblancos no encontraban fisuras por donde abrir el juego a las bandas. Además la defensa adelantada permitió un par de diagonales gallegas que obligaron a Iago a salir como un pistón.
Había que buscar alternativas. Por ejemplo la estrategia, e Ibai con un lejano tiro de falta tuvo la primera buena opción vizcaína. El campo estaba rapidísimo y casi sorprende a Ruben Blanco.
El caso es que faltaba un poco de chispa, ese puntito de velocidad o un buen regate que permitiera superar las dos líneas celtiñas. Así que como en el ajedrez hubo que partir de otra apertura. Un buen robo de Muniain en la 'tres cuartos' que, tras una posterior dejada de Aduriz, el propio navarro la enchufaba por la escuadra igualando la eliminatoria a un gol en el minuto 21. Gran forma de celebrar su... ¡21 cumpleaños!
Razonablemente ese tanto parece que sació temporalmente el hambre del león que, había rematado mucho más, pero echó algo el freno. El Celta fue el que pasaba a pseudo dominar pero con mucha calma tratando de hacer llegar la pelota a su nueva perla, Santi Mina, que no se lo piensa mucho a la hora de chutar la verdad.
Como el ritmo era bajo aquello indicaba que ambos contendientes veían claro que el magro se iba a solventar en el segundo periodo. Pero a los pontevedreses les pasó lo que otros días le ha sucedido al Athletic. Según volvía Mina de ser atendido en la banda del hombro Ibai les pillaba por la espalda, y el de Santutxu servía el esférico en bandeja para que Susaeta, hasta entonces missing, pusiera el 2-0 en el siempre psicológico minuto 44. A pedir de boca. Y más lo hubiera sido si el palo de Ibai en el 3' de la segunda entra, porque hubiera solventado la eliminatoria.
Pero no nos adelantemos. Antes, a la vuelta de vestuarios Ekiza, que jugaba su segundo partido del curso, tuvo que ocupar la plaza de un tocado en el gemelo Gurpegui que se quedó en la caseta tras varios golpes recibidos. Y para golpe, la expulsión de Hugo Mallo para los de Luis Enrique en el 53' por una segunda tarjeta que pareció algo excesiva. Seamos justos, aunque vino bien. A favor de obra y contra diez ya solo se jugaba en campo de los visitantes. Y encima el pobre Rubén Blanco (18 añitos) casi se la mete en propia meta en una pifia digna de 'La jugada tonta de la semana' aquella de Trecet, tras una cesión hizo un nosequé que pegó en el poste. Y ya iban dos maderas.
Buscando el pase definitivo Valverde le daba cancha a Ander Herrera. A Aduriz sin ir más lejos le vio en el 67', pero el meta le cerró los huecos con su rápida intervención. Una lástima porque el confort es mal consejero y el Athletic empezó a jugar al ralentí y bajar el pulsómetro. Una medida peligrosa ya que si llegaba un gol del Celta, aunque fuera de medio campo, le echaba a la cuneta. Así lo entendió el mister que no dudó en levantar la voz aunque haya quien le sigue viendo como un pingüino de frío. No le tienen bien medido...
Hizo efecto y no se sabe si hasta asustó a Jonny, porque se quedó enganchado al tirar el fuera de juego lo que permitía a Iker Muniain meter su quinto gol del curso y segundo de la noche dejando el asunto ventilado. Pero Bart andaba calentito y hasta le puso a Aduriz el cuarto de la noche al irse dentro un rechace entre él y el portero celeste. Una alegría que viene al pelo para sonreír pese a la chupa qu cayó durante todo el encuentro.
El rival en octavos es el Real Betis que ha eliminado al Lleida con un 1-2 en Catalunya y un 2-2 en el Villamarín. La ida se jugará el miércoles 8 de enero en Sevilla, y la vuelta el día 15 en La Catedral. Pero antes habrá que medirse al Rayo en 2013 y a la Real en la noche de reyes de 2014.