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10 victorias, 33 puntos, feliz navidad Athletic

32 años siguiendo la información del Athletic.

Asís Martín IIIEl año 2013 se despide para el Athletic con sabor a triunfo, a imbatibilidad en San Mamés, y, sobre todo, tras superar al Rayo Vallecano este domingo por (2-1) con goles de Rico y Susaeta, con sabor a plaza de Champions ensanchada. Los de Valverde se afianzan en la cuarta plaza con 33 puntos pese a que no ha sido su partido más brillante y ha sido superado en posesión por el rival. Lo que en sí tampoco es mala señal. Eso es de equipo grande.

La décima victoria en 17 jornadas con solo cuatro derrotas habla mucho del cambio que ha sufrido este bloque. Números, sí, pero que apuntalan lo que es una plantilla más larga, con un poderosa estampa física y un engranaje que funciona más allá de vacas sagradas. Hoy por fin hemos visto al desaparecido Beñat, por cierto. 
El mister repetía el equipo que venció al Barça. No llegaba Laporte a tiempo pero sí Gurpegui, Herrera volvía al once y el renacido Gaizka Toquero era el encargado de dejar zurrada a la defensa visitante. Luego Aduriz saldría a rematar la faena. Ahora a descansar y a pensar en el derbi de Anoeta que será TNT p'al cuerpo el 5 de enero. Cuarto versus quinto.
Crónica on-line
Árbitro
Prieto Iglesias (Navarra). Ha amonestado por parte visitante a Tito y Adrián.
Formaciones
Athletic Club: Iraizoz; Iraola, Gurpegi, San José, Balenziaga; Iturraspe, Mikel Rico; Susaeta, Herrera (Ibai 64), Munain (Beñat 78); Toquero (Aduriz 64). En el banquillo: Iago Herrerín; Ibai, Ekiza, Beñat, Aduriz, Erik Moran y De Marcos. 
 Rayo: Ruben; Tito, Ze Castro (Trashorras 81), Galvez, Mojica; Saúl, Adrián; Perea (Castillo 74), Bueno, Lass; Viera. En el banquillo: Cobeño, Raúl Baena, Rodri, Trashorras, Castillo, I. Falqué, Embarba.  
 
 
Goles
Athletic Club:  1-0. min. 32. San José, 2-1. min. 66. Mikel Rico 
 Rayo: 1-1. min. 61. Alberto Bueno
 
Incidencias
San Mamés. Partido correspondiente a la 17ª jornada de Liga. Domingo 19,00 horas. El Rayo viste de amarillo.

A diferencia de otras jornadas, el encuentro de este domingo cogía desde el pitido inicial un claro tinte rojiblanco. Y menos mal... porque el del estilismo de los rayistas era digno de un afterhour de esos donde pincha Paquirrín. Pero hablamos de fútbol y los leones rápidamente se fueron arriba a marcar diferencias a base de constantes toques y robando fácil en la presión. Para los 5 minutos San José, por ejemplo, ya había pegado un larguero ganándole la acción en un córner a Rubén. Era el principio de una mitad en la que los rayistas dieron una imagen inferior a la de otras semanas, ganen o no.
Volviendo al navarro, es un titán en la estrategia. Un activo más que tiene la escuadra de Valverde. Lástima que al equipo le falta sin embargo un punto de precisión en las contras. Mira que se dan pases preciosos y rápidos a veces, pero siempre falla el último, el más importante para acabar jugada.
Baste decir como iba la tarde que a los de Paco Jemez les costó cinco eternos minutos poder pasar de medio campo con algo de sustancia o que hasta el 43' no se animó a chutar de verdad. Sin embargo el partido monocromático, 63-37% de posesión, curiosamente ante el equipo más goleado de la liga adolecía de jugadas de gol. Y para una clara que tuvo Iraola, pese a descansar en Sevilla, se embolicó ante el portero malogrando toda opción. Ni pasó ni tiró.
Esa inoperancia final animó a los vallecanos a aproximarse al área vasca y dar un par de avisos ante una defensa que dudó bastante, por cierto. Pero fueron dos chispazos sueltos, esporádicos, pronto San José en un córner, quién y cómo si no, tras un primer intento de tacón introducía la pelota en el marco amarillo en el rechace. Su cuarto gol de la temporada en liga, toda una marca digna de otras décadas para un zaguero suplente encima. Un gol un poco chuchurrío, pero bueno, a tono con un primer periodo bastante feucho.
La segunda parte, por contra, iba a comenzar a chorro.
Se iba a dar un cambio de decoración. Desde el primer minuto llegaba el momento rayista, cuando por ejemplo Adrián González obligaba a Iraizoz a hacer un fenomenal vuelo con un tiro desde la frontal. En el 3' Toquero no conseguía enchufar un servicio de Muniain a portero batido, y en el 5 se veía la primera tarjeta del encuentro junto a otro cabezazo del de Ariznabarra. Un no parar.
En el 12' de nuevo Gorka tuvo que estirarse ante una folha seca del hijo de Michel, y poco después Alberto Bueno empataba de chilena tras una mala salida del arquero navarro.
El gol era ilustrativo de que el Athletic necesitaba una vuelta de tuerca para volver a coger el mando del choque, más tras ver lo mal que resolvía Susaeta un 1 contra 1 frente al meta rival. Y la solución como otras veces, cosa que hay que valorar en cuanto a capacidad de plantilla, llegó desde el banquillo con la entrada de Aduriz y de Ibai juntos al terreno de juego.
Y fue mano de santo. Nada más entrar ambos participaban en el 2-1 que, aunque se pidió falta del donostiarra, fue obra de Mikel Rico, que celebraba el nacimiento de su peña en Arrigorriaga con la cuarta diana del curso.
La verdad es que la cosa se había animado de verdad. Hay que contar porque fue de traca, que en el 75' se vivía un verdadero pimpampum en un contra en la que los vallecanos sacaban primero bajo palos el tiro de Iraola, luego el poste rechazaba otro remate de Susaeta... y por fin ¡hasta salía a jugar Beñat! Aleluya. Ocupaba la plaza de un Muniain muy aplaudido, que parece haber recuperado el feeling con la grada. A ver si entre eso, la renovación de su amigo Laporte y que el equipo va como un tiro pronto hay buenas noticias sobre su futuro.
Arriesgaba también Jemez con sus cambios en busca de huir del descenso pero el conjunto bilbaíno estaba ya en método victoria. Ibai estuvo en un tris de traer la tranquilidad, primero con un zarpazo y posteriormente en una llegada solo ante un Rayo que ya se había ido a por uvas.
Pero no entraron ninguna de las dos y hubo que esperar al pitido final para desearse a gusto una feliz navidad. Y con los tres de descuento dio tiempo para sustos, no crean, y también para ver un concurso de tiros a puerta sin portero ya que Rubén no paraba de subir a la desesperada a intentar rematar. Bueno, todo sea por el show. Lo importante era ganar, y eso se logró. A coger aire que enero viene durísimo.  
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