Los problemas técnicos deslucen el ambiente en los instantes previos a la cita ante Perú

Las circunstancias no contribuyeron a calentar el ambiente en la fría noche del sábado durante el compromiso entre Perú y Euskal Selekzioa, que no obstante estuvo siempre bien arropada por los dos tercios de entrada de San Mamés pese a los problemas técnicos de los instantes previos al inicio del choque.

Se había animado a los aficionados a entrar en el campo con bastante antelación para evitar colas en las taquillas, donde se reforzaron las medidas de seguridad. La espera se iba a amenizar con algunas actuaciones. Pero finalmente solo se organizó la de los bertsolaris, y justo antes del pitido inicial.
El problema fue que, en el final de la intervención de uno de los dos artistas, un fallo eléctrico dejó sin sonido a la animación del estadio. No se pudo continuar con la actuación. Ni escuchar las alineaciones. Tampoco sonaron los himnos, momento especialmente emotivo que enchufa a los seguidores de la tricolor. Y en medio del desconcierto, los jugadores ni siquiera se hicieron la tradicional foto sujetando la pancarta que reclama la oficialidad. Se quedó a un lado.
Los hinchas, en cualquier caso, fueron entrando en calor una vez iniciado el partido, con siete minutos de retraso sobre lo previsto, y animaron sin cesar al equipo de principio a fin. También solicitaron un sitio para Euskal Selekzioa en los torneos internacionales, con gritos y pancartas. La organización, por su parte, pidió disculpas y pospuso el solemne momento de los himnos hasta el descanso.