Ni siquiera costó tener el ojo abierto pese al horario británico que deparó la LFP al primero de esos tres compromisos consecutivos en La Catedral. Con Gurpegui sancionado la entrada de San José y de Aduriz fueron las escasas novedades en un once que parece tener ya cada vez más definido el mister. Es curioso antes le achacaban que no tenía uno fijo y ahora que si no cuenta con todos. No hay manera de acertar, eh...
Pero se ve que madrugar iba a venir genial a los leones ante un rival de plastilina atrás, en la primera parte le pudo hacer ya la manita que se llevó al final. Con un arranque impulsivo -pese a la tímida presión arriba de los andaluces- el primer tanto iba a llegar cuando algunos aún se estaban sentando. El gol más tempranero del curso de hecho. Mikel Rico anotaba su quinta diana de la campaña a los 6 minutos tras un buen servicio pasado de Aduriz que liquidó de la misma a los dos centrales azulones.
Y cuatro minutos después era el largamente esperado Ander Herrera quien de un zurdazo se estrenaba en Liga y acababa con el debate de la falta de pegada rojiblanca. Cuatro ataques y dos txitxarros que subían al marcador. ¿Para qué quieres más?
Con el 2-0 en la butxaca el partido iba a caer en el sopor propio del horario de siesta, no en vano hay Copa el miércoles también. Pero es que aún así era tal la fragilidad almeriense que Laporte pudo animarse a hacer el 3-0 en el 30' al rematar a placer, aunque muy finamente eso sí, el quinto córner de los vascos. El pobre Francisco Rodríguez se llevaba la mano a la cara porque los suyos, que habían hablado de ser los primeros en expoliar San Mamés, se estaban llevando una somanta digna de Jean Claude Van Damme en sus años mozos.
Se ve que alguien oyó las plegarias del mister porque el luso Hélder Barbosa iba a meter de la nada un golazo de cabeza que hizo a Torsigleiri pensar que había partido. El central argentino debió ser expulsado por su fea agresión sin balón a Susaeta justo antes de que Aduriz marrara una ocasión de escándalo. Fue tras otro gran pase de un Rico que está para ponerle una estatua en Arrigorriaga. Hoy junto a Iturraspe parecían Mauri y Maguregi, sin olvidar a un elegante Susaeta o al cada día más inmenso Aymeric.
Tan solo con ese borrón concluía un primer periodo a placer que dejo 17 llegadas al área por parte del Athletic, así que no hubo cambios en la reanudación, pero sí al poco para guardar fuerzas ante el Betis y Rácing. El partido estaba más que resuelto ante un rival flojísimo que terminaba de ser ajusticiado por un obús de Aduriz tras una bonita combinación por la banda derecha. Ambos equipos tiraron pronto de banquillo dando por finalizada la pelea. Y menos mal porque algunos futbolistas del Almería dieron más zapatilla de la necesaria y obligaron a Muniain a irse a la ducha para evitar males mayores a sus tobillos.
Quedaban casi 40 minutos por delante y hacia falta algo de show. Lo puso Ibai, recién salido al césped, con un roscazo desde la frontal que entró por el palo largo como un misil. Golazo para redondear una tarde estupenda en el botxo. ¡Que paz oiga!
Hasta dio tiempo para que Kike Sola pudiera debutar en San Mamés bajo una gran ovación tanto para él como para el recuperado olfato goleador de Aritz, o para que Rico forzara una cuca tarjetita que le permita 'librar' después de ir a por la remontada ante los de Garrido. El ariete de Cascante forzó un claro penalti que Ibai ejecutaba raso acabando también con el dramón de los tiros desde los once metros. Si es que daban ganas hasta de comprar el cupón porque todo salió a pedir de boca.
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