"Estamos fastidiados porque teníamos puestas muchas esperanzas. Sabíamos que es un campo difícil, pero el equipo está un poco enfermito y en cuanto le sale un contratiempo mentalmente le supera. Me quedo con el espíritu de competitividad, aunque encajar cuatro goles es un resultado contundente", ha admitido.
"Nos hemos puesto 0-1, pero el Athletic ha generado ocasiones y Mariño ha hecho muy buenas intervenciones. El espíritu del equipo ha ido creciendo hasta que en la segunda parte, en dos genialidades, le han dado la vuelta al partido", ha añadido.
Con lo que se ha mostrado "molesto" el técnico alicantino ha sido con "ese puntito de dejadez" que, en su opinión, han mostrado sus futbolistas en el tramo final "para evitar dos goles que eran totalmente evitables".