Un reto importante para el que incluso se ha apuntado
Iker Muniain tras una recuperación exprés. El de La Txantrea es casi persona non grata para Osasuna, pero lejos de amilanarse se apunta a la contienda sabedor de que este derbi esconde un gran botín.
Tras vencerles en el destierro de Anoeta los leones han ido para arriba mientras que los navarros han penado por el campeonato. Esa circunstancia ha cambiado con la llegada del exrojiblanco Xabi Gracia al banquillo con el que ahora acumulan cinco jornadas sin perder.
Sin florituras, con un campo muy particular por sus dimensiones y con una solidez defensiva a prueba de bombas su equipo está ya a tiro de la mitad de la tabla. Ir a Iruñea es sinónimo de pelea constante, de balones directos, de segundas jugadas... circunstancias a las que los bilbaínos deberán adaptarse antes de acometer la remontada copera en San Mamés.
Este domingo supone además la vuelta a casa de Kike Sola, traspasado en verano a la entidad de Ibaigane. En su caso no hay rencillas. Les está muy agradecido y por el Reyno nadie se mete con él ya que dejó un buen dinero en las arcas. De todas formas todo indica que Aduriz será el titular ante un rival que ha cerrado su portería con un candado de acero.