El capitán rojiblanco, de los pocos rescatables en el equipo de Valverde ante el Celta, agradece el respaldo sin fisuras de sus compañeros y del entorno: "Me siento muy arropado por la plantilla, me siento muy bien tratado en Bizkaia y por la familia, era consciente de lo que iba a pasar esta semana". Gurpegi lanza un llamamiento para que cunda la cordura: "Los que más sufren son mi familia, ya no soy el chico que con 22 años dio positivo, tengo una familia, tengo una hija y me preocupa que esas cosas que se dicen de mí lleguen a ellos".
El central rojiblanco rememora la acción con Ronaldo: "Cristiano pide mano, le digo que no es, le toco un poco el pecho, me pega con la mano en la cara y me araña, mi reacción es irme al suelo y enseguida me levanto. Creo que pega, mi reacción no tenía ninguna intención de que el árbitro le expulsara, no hubo provocaciones previas". Gurpegi está resignado a que le persiga la polémica: "No tengo ninguna duda, creo que me va a tocar hasta el final de mi carrera". Secunda la denuncia del club ante el Comité de Antiviolencia y ensalza la labor del colegiado Ayza Gámez en el famoso choque ante el Real Madrid: "Espero, hay cosas que entre todos no podemos permitir. Todo tiene un límite y se ha sobrepasado. El arbitro hizo un partido modélico", zanjó en la zona mixta de Balaídos.