Vilarchao se lesionó de gravedad, pese a lo que firmó su renovación con el club hasta 2016, dada la confianza en sus prestaciones por parte de Pepe Mel. Pero debido a su prolongada ausencia, el Betis tuvo fichó a otros jugadores en su puesto que derivó en despojarle la ficha del primer equipo. El canterano del Athletic, ya recuperado, esperaba una oportunidad en enero, pero ni Garrido y tampoco con Calderón en el banquillo se la concedieron; todo apuntaba a su cesión, que no ha encontrado en ningún equipo de Segunda División. Al parecer, Vilarchao, molesto por esta situación, se había planteado, junto a su agente, denunciar su caso a la AFE, ya que el club no le hacía un hueco en el primer equipo, como estaba pactado.
El representante del ex centrocampista de Basconia y Sestao River y el club bético se reunieron para solucionar este vacío lo más rápido posible y que el fino interior izquierda pudiera entrenarse con el grupo. La solución intermedia resultó que Vilarchao, un zurdo con una enorme calidad técnica, se ejercite con el filial, aunque no puede jugar en lo que resta de temporada en su seno por cuestiones administrativas.