No. No hace falta llamar a Iker Jiménez ni pensar que Jordi Evolé ha montado una nueva farsa. Tampoco fue uno de los vuelos de Aritz que cada día salta más y parece quedarse suspendido en el aire mientras sus rivales van cayendo a tierra. Fue otra cosa. El nuevo sistema de alumbrado para cuidar el césped contratado por el Athletic.
Ante el diluvio caído se puso en marcha según acabo el partido ante los nazarís dando lugar a una imagen espectral y casi alienígena. Lo que en plenos carnavales sin duda tiene su punto.